En medio de una huelga que exhibe la frivolidad de Yolanda Tellería Beltrán ante la clase trabajadora de Casa Rule, la violencia en Pachuca se desata entre apuñalados, incendios, robos y baches. Cada día es más frecuente ver lonas con letreros de vecinos unidos contra la delincuencia o sistemas de seguridad cada vez más agresivos.
Mientras Tellería Beltrán limpia las calles nicede la parte de Pachuca que conoce, existe un nivel cada día más alto de narcomenudeo y pandillerismo en las colonias y barrios que no son recorridos por su “gobernante” ni tomados en cuenta para programas de prevención y contención de adicciones.
Basta asomarse a alguna de las colonias populares con fama de violentas en Pachuca para escuchar historias de vida que oscilan entre delitos como narcomenudeo, robo y prostitución, donde los jóvenes mueren envueltos en actos de violencia que estriban en “navajazos” y “plomazos”, con historias conocidas entre los pobladores que cada día imitan más al barrio de Tepito.
Esto ocurre en la circunferencia cercana a las oficinas de la Presidencia Municipal de Pachuca, donde los crímenes son cosa diaria y no existe autoridad que vigile o salvaguarde la seguridad de la ciudadanía. Sin embargo, la capital hidalguense recibió nuevamente los recursos del Fortaseg, que son encaminados al ramo de la seguridad pero que no han dado resultados más allá de los boletines y medios financiados directamente por Tellería Beltrán, quien el ambiente violento y caliente de Pachuca decidió “taparlo» con boletinazos y memes.
La capital del estado cuenta, además, con un secretario de Seguridad Pública inoperante que presta mayor atención a rescatar papeleo comprometedor de manera ilegal que cuidar del municipio, mientras que su jefa directa no ha vertido un solo comentario sobre los temas trascendentales de seguridad, pues permanece ideando cómo lavar calles para dar un mensaje de trabajo que no existe.
Tal vez Yolanda Tellería debería empezar por limpiar las calles manchadas de sangre o las afueras de las casas donde se trafican drogas o las zonas de prostitución o los semáforos donde existe un nivel de inseguridad cada vez mayor.