Yahir, estudiante de Pachuca, murió por “maltrato escolar”

Según Aidé, tía de Yahir, la situación se agravó cuando la docente amenazó a Yahir con no entregarle sus papeles y evitar su graduación. “Eso fue lo que lo puso más triste y por eso decidió tomar esa decisión”, afirmó.

En la Escuela Secundaria General número 9, “Manuel Fernando Soto Pastrana”, ubicada en la colonia La Raza de Pachuca, se ha desatado una crisis tras el trágico fallecimiento de Yahir, un alumno de 15 años, que se quitó la vida el pasado martes. La familia del joven atribuye su muerte a un persistente y grave acoso por parte de una maestra de la institución.

Aidé Montserrat, tía de Yahir, detalló en una entrevista para Effetá que su sobrino había sido víctima de constantes humillaciones y maltratos físicos por parte de la maestra Pilar G.

Según Aidé, la situación se agravó cuando la docente amenazó a Yahir con no entregarle sus papeles y evitar su graduación. “Eso fue lo que lo puso más triste y por eso decidió tomar esa decisión”, afirmó.

La familia había presentado varias quejas al director de la escuela, sin recibir respuesta alguna. “Mi sobrino dejó un audio donde decía que la maestra le hacía mucho maltrato, que ella le había agarrado contra él”, añadió Aidé, explicando que varios compañeros de Yahir fueron testigos de los abusos.

En respuesta a la tragedia, los familiares y miembros de la comunidad educativa cerraron la escuela con cadenas y candados, exigiendo la destitución inmediata de la maestra Pilar y del director, quienes, según ellos, ya contaban con antecedentes de quejas en otras instituciones. La protesta fue respaldada por delegados de varias colonias y la intervención de las autoridades educativas y gubernamentales. El director y la maestra fueron removidos de sus cargos mientras se realiza una investigación.

Aidé hizo un llamado a la Secretaría de Educación Pública y a los padres de familia para que estén atentos a los signos de bullying y maltrato en las escuelas. “El bullying es el peor enemigo de los alumnos”, enfatizó. También subrayó la necesidad de que los padres presten atención a las quejas de sus hijos y busquen ayuda de inmediato para evitar tragedias.

Yahir, un joven descrito por su familia como alegre y apasionado por el basquetbol, había trabajado para comprarse sus cosas y recientemente había asegurado su lugar en el bachillerato, donde planeaba continuar sus estudios. Su futuro quedó truncado por la tristeza y el dolor que, según su tía, le causaron los abusos de una autoridad escolar que debió protegerlo y apoyarlo.

La familia, que hoy sepulta a Yahir en el panteón de Pachuquilla, en Mineral de la Reforma, sigue en espera de medidas legales contra los responsables y espera que este doloroso episodio impulse cambios significativos en la prevención y atención del bullying en las escuelas.