En los medios sigue resonando la reciente Conferencia sobre el Nuevo Camino de la Seda en Beijing, que buscó apoyo a su programa global de comercio e infraestructura para la integración regional; la próxima edición se anunció para 2019, en espera de que los jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo le apuesten a este colosal proyecto.
Fueron dos días de trabajos, suficientes para que China presentara su propuesta de integración. Casi 30 naciones de Asia, Europa, África y América Latina estuvieron presentes para conocer el plan del presidente chino, Xi Jinping, que dará vida a las antiguas rutas comerciales que conectan a China con Asia, Medio Oriente, África y mucho más allá de esos territorios.
Pero la Conferencia también sirvió para que el presidente chino se posicionara como el defensor del libre comercio ahora que Estados Unidos parece optar por el proteccionismo comercial, frente a una Europa fracturada frente a la inmigración, el lento crecimiento económico y el resurgimiento del populismo de derecha.
Aunque China no ha logrado disipar las preocupaciones de muchos líderes mundiales frente a sus planes estratégicos, sobre todo de las naciones industrializadas y algunas economías emergentes como China, el presidente no dejará el liderazgo mundial que ha asumido para seguir impulsando la globalización; más aún, cuando la Conferencia ha sido calificada como el éxito diplomático del año.
Desde que se anunció el proyecto de integración regional de la infraestructura para unir a China con Asia, Europa y África en 2013, se pusieron a disposición más de 60 mil millones de dólares en inversiones por parte de China, pero ahora ya están comprometidos por parte del presidente más de 113 mil millones de dólares para financiar proyectos de infraestructura en todo el mundo.
Jinping se ha consagrado como el defensor nato de la globalización y el libre comercio, que le ha permitido a China convertirse en el segundo exportador mundial y prácticamente la primera economía del planeta, además del centro del mundo capitalista. Pero lo trascendental es que esa Conferencia lo ha proyectado nacional e internacionalmente, de cara a los preparativos del 19º Congreso del Partido Comunista de China.
Hasta ahora, la India se ha negado a unirse al proyecto de China bajo diferentes argumentos, pero pareciera que detrás de ellos se esconde el miedo al poderío chino más que su preocupación por las buenas relaciones con Pakistán, con quien se disputa la región de Cachemira. Pero lo más revelador podría ser el nuevo rol que puede jugar China en el cuadro de la Asociación Transpacífica de Libre Comercio, abandonada por Estados Unidos con la llegada de Donald Trump al poder, lo que hace que uno se pregunte si China podría llenar ese vacío que ha dejado Estados Unidos en el seno de ese acuerdo comercial multilateral.
Por: José Luis Ortiz Santillán
Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.