Luc Besson, el más hollywoodizado de los directores franceses, ha decidido incursionar de nueva cuenta en los terrenos de la ciencia ficción, en la que ya había entrado en 1997 al filmar «El quinto elemento», protagonizada por Bruce Willis y su entonces esposa Milla Jovovich.
Ahora ha decidido adaptar el popular cómic de Jean Claude Mezieres y Pierre Christin e invertir 177 millones de dólares en efectos especiales y un reparto internacional, en lo que se ha convertido en la cinta más cara de la historia del cine francés. Ha seleccionado a dos incipientes estrellas hollywoodenses para tratar de que el filme sea más internacional.
Valerian es Dane Deán (el estrella de la serie televisiva «En terapia» y el James Dean de Life) y Laureline es interpretada por Cara Delevingne:
interpretan a una pareja de agentes que son enviados para recobrar a un extraño animalito multiplicador que se encuentra en peligro de extinción, como su planeta natal.
Lo cierto es que la pareja no transmite la supuesta pasión que existe entre ellos y el espectador se tiene que concentrar en los deslumbrantes efectos especiales, con criaturas al estilo de Avatar y La Guerra de las Galaxias. Hay algunos episodios bastante logrados, como el de la cantante Rihanna, que interpreta a Bubble, una criatura que cambia de aspecto a voluntad y que nos presenta un largo videoclip. Pero lo cierto es que la trama luce un tanto deshilvanada durante sus más de dos horas.
Valerian and the city of the thousand planets resulta un alucinante espectáculo visual, sobre todo en tercera dimensión, pero al parecer no ha gustado a la mayoría, pues apenas ha recaudado una tercera parte de su presupuesto.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.