A casi dos años de iniciada la pandemia, el regreso a las actividades de la vieja normalidad, parece cada vez más difícil. Todo ha cambiado de forma tan vertiginosa, que la esperanza de que la vida vuelva a ser cómo la conocíamos, se desvanece.
Hoy, más de 60 mil estudiantes y profesores vuelven a las clases en la UAEH. El regreso para la mayoría de las carreras y bachilleratos sigue en modalidad virtual. Mientras en otros países y ciudades de México, el regreso a las clases presenciales es ya un hecho, en Hidalgo esta situación sigue sin resolverse.
Los expertos afirman que la pandemia no se resolverá jamás y que los gobiernos e instituciones del mundo tendrán que aprender a gestionarla. La vieja normalidad ha desaparecido y es momento de comprender que jamás volveremos a ella. La vida como la conocíamos ha cambiado para siempre, pero nuestras mentes aún se aferran (y añoran) aquello que tuvimos durante siglos.
El tema del regreso a clases presenciales en Hidalgo sigue siendo debatible. Hoy, la universidad pública más importante de la entidad comienza un nuevo ciclo, pero ¿Qué tanto ha renovado sus viejas prácticas para hacer frente a esta nueva normalidad? ¿Qué tanto ha sido capaz de valorar a sus trabajadores? ¿Qué tan dispuesta está a flexibilizar sus formas de trabajo en pro de la seguridad de alumnos y maestros?
Hoy es un nuevo regreso, un nuevo inicio de semestre en medio de muchas incertidumbres, un día más en este nuevo orden mundial al que apenas comenzamos a acostumbrarnos y del que todavía tenemos mucho que aprender.