UAEH-gobierno, añejo pleito

No sabemos si en México o en el mundo hay otro caso como el que ocurre en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, que siendo una institución pública, desde hace 30 años está secuestrada por el clan de Gerardo Sosa Castelán, quien hace y deshace a su antojo, sin importar los 600 millones de pesos que recibe como presupuesto anual para atender a más de 50 mil alumnos.

La historia que conduce a lo que hoy vemos en la UAEH es bien conocida por muchos. Y la confrontación que ocurre entre el clan y el gobierno del estado no es la primera y estamos seguros que no será la última. De una forma u otra los antecesores del gobernador Omar Fayad -unos más y otros menos, pero todos- han intentado terminar con este lastre que, decíamos al principio, convierte el caso si no en el único, sí en excepcional.

En varias ocasiones Fayad aseguró que con él las cosas en Hidalgo tendrían que marchar bien, pues tiene una larga trayectoria como priista, que incluye cargos de elección popular como alcalde, diputado federal y senador, y que creemos significa un mayor compromiso de quienes siendo también servidores públicos nunca han salido a la calle a pedir el voto. No cabe duda de que Omar ha tratado de enderezar el barco.

Se cimbró el ambiente político en la entidad con las investigaciones en Radio y Televisión de Hidalgo, en la SEPH, en Salud, con incluso algunos detenidos, la declaración de nulidad en la publicación para otorgar 16 notarías, el recorte de cientos de burócratas (se habla de 2 mil) que al no poder justificar el sueldo que percibían en la nómina gubernamental, simplemente se fueron.

Luego entonces, era cosa de esperar que el gobierno del estado volteara los ojos a lo que ocurre en nuestra máxima casa de estudios. Así, en el Congreso local se aprueba en septiembre una iniciativa para crear un órgano que fiscalice los recursos públicos de instituciones como la UAEH. Quienes pensamos que la decisión tenía una clara dedicatoria, parece que no nos equivocamos.

Enseguida, a nadie sorprende que las autoridades de la UAEH lleven el tema a juicio porque en su opinión el pretender revisar sus cuentas es una flagrante violación a la autonomía universitaria. Ya hay un amparo de por medio sin que las cosas estén resueltas de manera definitiva. El asunto sigue.

En poco tiempo el periódico El Independiente se convierte en el más agudo crítico del gobierno de Hidalgo, pues por todos es bien sabido que el diario es parte del patrimonio no de la universidad, sino de los dueños de ésta. Cualquier día abran sus páginas y lo podrán confirmar, no se necesita ser un especialista en la materia. La confrontación gobierno-UAEH sigue.

La historia político-partidista de los Sosa no es sencilla. En su diccionario no existe la palabra lealtad, pues nacieron y crecieron en el PRI, luego sin abandonar al tricolor incursionaron en el PAN; enseguida adquirieron la franquicia de Movimiento Ciudadano y ahora de MORENA. Hoy las cosas han llegado al grado de que López Obrador viene a una reunión privada que se lleva a cabo dentro de las instalaciones de la universidad, como para dejar más que claro que en las aulas de la UAEH sí se hace política partidista.

Seguramente derivado de esa reunión, la UAEH –léase los Sosa- se adueña en la entidad de la franquicia del partido del Peje, lo que le reditúa obtener nueve candidaturas de aspirantes al Congreso que llevan en su pecho los colores del clan, ante el disgusto de no pocos morenistas auténticos.

Y les alcanza para más: la líder sindical del personal académico de la universidad, Lidia García Anaya, se convierte en la candidata, de MORENA, claro, a la diputación federal por el distrito de la capital del estado. En plena campaña política la policía exministerial detiene a Alberto Isaac Téllez, hijo de la candidata, que es agente del Ministerio Público, a quien acusan de portación de armas y la posesión de más un kilogramo de mariguana.

El confuso origen del asunto desde el principio se vio muy obvio, tanto que en pocas horas el acusado ya estaba libre con la conclusión, entre la opinión de la gente, de que había sido una muy pésima estrategia y peor todavía su ejecución.

Y la andanada sigue. Por un incidente de tránsito menor, la policía detuvo la semana pasada a Gabriela Mejía Valencia, coordinadora de Administración y Finanzas de la UAEH; al revisar su vehículo se descubrió que llevaba ensobretados un millón 400 mil pesos en efectivo. El dinero era, dicen, para pagar la nómina de una obra que la universidad tiene en Tulancingo.

Un simple cálculo nos indica que no es creíble. Si un albañil gana en promedio 2 mil pesos, se necesitaría una plantilla de 700 trabajadores para desembolsar tal cantidad, que sí podría ser utilizada por ejemplo para pagar a los operadores de MORENA en varias partes de Hidalgo de cara a las elecciones de este domingo, sospecha por la cual se le ha vinculado a proceso por segunda vez, la primera es por ultrajes a la autoridad, de manera que el asunto va para largo.

Total que la buena comunicación entre el gobierno de Hidalgo y las autoridades de la universidad no está enrarecida, está completamente renegrida. Y todavía para echarle más lumbre al fuego, López Obrador señaló –sin pruebas- al gobernador como el que orquestó el violento desaguisado ocurrido en su reciente visita a Pachuca.

¿Qué va a ocurrir? Con el muy probable triunfo de AMLO habrá que ver su actitud. El Peje ya tiene claro que sus auténticos seguidores no lo son de Sosa, el 4de4 en Hidalgo está por verse. Y por cuanto al trato para Hidalgo con AMLO en Palacio Nacional, el tema se antoja complicado, pero no falta mucho para saber la verdad.

A final de cuentas tal vez no tenemos mucho que perder, porque lo ganado no es gran cosa. Y además no sería la primera vez. Basta recordar que la relación entre el presidente Calderón y el gobernador Osorio nunca fue de las mejores, hace apenas algunos años.

Y claro, a todo esto habrá que preguntar qué dice de este añejo pleito la sociedad civil de Hidalgo y qué opina la comunidad universitaria.

Por hoy es todo, nos leemos en la próxima entrega, pero.. Entre nos.

Foto del avatar

Por: José Guadalupe Rodríguez Cruz

*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.






Foto del avatar

ENTRE NOS... - José Guadalupe Rodríguez Cruz

*Egresado de la UNAM como licenciado en Derecho y Diplomado por el Instituto de Administración Pública de Querétaro y por la Universidad Iberoamericana en Políticas Públicas. *Regidor Municipal en Tula, Secretario Municipal de Tula, Diputado local en la LVII y LIX Legislaturas en el estado de Hidalgo y Presidente Municipal Constitucional de Tula 2000-2003. *Autor del libro “Desde el Congreso Hidalguense” y coautor del libro “Tula... su Historia” *Director y fundador del periódico bisemanario “Nueva Imagen de Hidalgo”, que desde 1988 se pública en Tula, Hgo.