En Marraquech, Marruecos, concluyó sin pena ni gloria la 22ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2016 (COP22), con la amenaza de Donald Trump, quien durante su campaña afirmó que el cambio climático era ficción y Estados Unidos no daría las aportaciones para hacerle frente.
El planeta esperaba esta cumbre para ver finalmente la puesta en marcha de los Acuerdos de París, los cuales marcaron un hito en la historia de la humanidad por contar con el consenso de la inmensa mayoría de los países para enfrentar el cambio climático, incluyendo a Estados Unidos, que nunca firmó el Protocolo de Kioto; sin embargo, Trump mantiene en vilo al planeta no sólo en el campo del comercio sino también en cuanto a lo que será su política ambiental, por lo cual, la puesta en marcha de los acuerdo tendrá que esperar hasta 2018, cuando en Varsovia se reúnan los líderes de todo el mundo para decidir su suerte.
Aunque en su agenda lo más importante era definir el calendario para implementar los acuerdos de París, adoptados en diciembre de 2015 durante la COP21, las 197 delegaciones aprobaron al filo de la medianoche del viernes -como siempre pasa en estas cumbres- el documento final concluyendo las largas discusiones, las que serán retomadas el próximo año en Alemania, cuando las Islas Fiji organicen en ese país la COP23, pero no será sino hasta 2017 en Polonia, durante la COP24, cuando los acuerdos de París tomen forma definitivamente.
La elección de Donald Trump, el “climatoescéptico“ de la Casa Blanca, ha puesto de cabeza al planeta y nadie quiere avanzar sin saber cuál será la postura de Estados Unidos ahora, bajo el riesgo de provocar una nueva división política dentro de la Conferencia de las Partes. Frank Bainimarama, el primer ministro de Fiji, y el presidente de la COP23, llamó en su discurso al presidente de Estados Unidos a visitar el Pacífico, y su país, para observar los efectos devastadores del calentamiento global.
Ahora existe el temor una retirada de Estados Unidos, uno de los principales países contaminantes junto con China, los cuales producen más del 40% del total de los gases que provocan el efecto invernadero. Trump mantiene en vilo al planeta y con su llegada al poder ha creado un problema de liderazgo y ha estancado los avances en la lucha contra el calentamiento global, cuya meta es mantenerlo por debajo de los 2 centígrados.
Rusia y China estuvieron tranquilos durante la COP22, como si estuvieran esperando el momento para tomar el liderazgo en este momento en que la geopolítica parece ser más importante que la supervivencia de la vida en la Tierra, y aunque parezca sorprendente, en esta ocasión, los países productores de petróleo no bloquearon las conversaciones.
No olvidemos que el acuerdo climático entre China y Estados Unidos fue el hito en la Cumbre de París. Ahora el planeta se ha puesto en pausa de espera hasta saber cuál será la postura oficial de Estados Unidos con la llegada de Trump, en tanto la descomposición del clima en la Tierra continuará.

Por: José Luis Ortiz Santillán
Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.