El segundo informe de gobierno de la administración pública de Julio Menchaca Salazar advierte un nuevo rumbo en la planificación del aparato de Estado en las Rutas de la Transformación en Hidalgo.
En este tránsito de acciones y logros políticos se imponen en prospectivas tres factores de turbulencia política para el cambio social:
I La equivalencia de un proceso político en transformación
El gobierno de Hidalgo se sumará a un paralelismo público en los macroproyectos de Claudia Sheinbaum, que se ha pronunciado por la profundización programática del 2º Piso de la transformación. Se afinan las herramientas político-administrativas como la operación en la coordinación de los poderes públicos y la concreción de las tareas públicas en las nuevas políticas de empoderamiento de un feminismo en pro de la paridad; el bienestar social en la redistribución de la riqueza y, con peso específico, la presencia de un Estado con un matiz de ciencia aplicada a la economía y el desarrollo humanos.
II Los poderes públicos en Hidalgo como componente del cambio social
La reestructuración de los poderes públicos perfila la profundización de la degradación política de las estructuras del antiguo régimen que aún subsisten, y dará paso a nuevas lógicas de los organismos públicos autónomos no sólo en su costo público, sino en la depuración de sus estructuras y funcionalidad, trazando con ello un esquema de reorientación política.
III El sistema político y la estructura de partidos en el bastión guinda
Es evidente que el sistema político transita por una reconversión orgánica. Su modernización dará cabida a una nueva reforma político-electoral para crear espacios de mayor equidad en la competencia de partidos con el fin de acabar con las asimetrías presupuestales y la inoperatividad o falencias del INE.
Este trazo de reestructuración política de la 4T en su segundo piso, impele en Hidalgo una reorganización del aparato público. Se trata, en lo sustantivo, de garantizar que la vinculación con el nuevo rumbo político del país permita la profundización democrática de instituciones y actores políticos para garantizar una sociedad más justa y con mayores oportunidades de desarrollo humano.
Todo indica que el epicentro programático trazado por el staff del gabinete de Claudia Sheinbaum, vinculará a las entidades del país hacia un esquema de redistribución de la riqueza y oportunidades sociales. El escenario de los macroproyectos con los que inicia el sexenio donde en el caso de Hidalgo atiende a los vectores del tren AIFA-Pachuca y el proyecto de vinculación de la zona metropolitana Ciudad de México-Estado de México-Hidalgo, son los referentes tempranos de la entronización de los intereses colectivos y sectoriales de la inversión pública a nivel nacional y estatal.
Estamos en presencia de un sexenio en puerta de mayores cambios políticos y sociales que los que se han vivido en el de López Obrador. Por lo que también las convulsiones y las reacciones de la oposición serán mayores, pero, sin el componente de la fuerza política orgánica que le da el predominio a Morena al controlar el Poder Ejecutivo, Legislativo y el Judicial.
Lo que debemos anticipar de la reacción de la oposición, es el hecho que utilizará la maquinaria mediática privada que aún controla para crear un clima de dudas y enrarecer las acciones públicas. Empero, esta reacción es ya una batalla perdida, porque los avances programáticos ya inciden en el ánimo de los sectores desposeídos en vinculación a Morena y al proyecto de Claudia Sheinbaum.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
