Tras dejarle gasa dentro y provocarle cáncer, paciente del ISSSTE sigue sin tratamiento

Lorena Flores pide al ISSSTE Pachuca adelantar estudio para verificar si sus demás órganos tienen cáncer y poder comenzar su tratamiento, pues teme que la enfermedad se disemine por todo su cuerpo.

Este miércoles, Lorena Flores Lara, quien padece cáncer endometrial provocado por una mala práctica médica que dejó una gasa dentro de su cuerpo tras una operación el 20 de diciembre de 2023, se manifestó frente al hospital del ISSSTE en Pachuca, “Columba Rivera Osorio”. La paciente solicitó agilizar la cita médica que tiene en medicina nuclear, programada para dentro de cuatro meses.

En compañía de su hija, Karla Velázquez, Lorena informó a los medios de comunicación que en dicha cita se le realizará un estudio PET (Tomografía de Emisión de Positrones) para detectar si otros órganos están afectados por el cáncer.

No obstante, Lorena teme que su salud se vea comprometida y que en estos cuatro meses la enfermedad se disemine, por lo que solicita a las autoridades del ISSSTE que intervengan para adelantar el estudio. Ella afirma que, de no ser por esa mala práctica médica, no estaría en esta condición de salud.

“Mi miedo es que la doctora me diga: ‘¿Sabe qué? Ya no podemos hacer nada porque ya está invadida’. Por eso estoy pidiendo que agilicen la cita que tengo allá, porque mi vida está en riesgo, pero todo esto es a consecuencia de su mala praxis”, expresó Lorena.

Añadió que hasta el momento no ha recibido ningún tratamiento para combatir la enfermedad. Luego de percatarse de que le habían dejado una gasa dentro, solicitó atención en la Ciudad de México, donde le realizaron nuevamente todos los estudios, arrojando el diagnóstico de sarcoma endometrial en segundo grado.

Lorena Velázquez informó que ha interpuesto una denuncia ante la Fiscalía General de la República por mala praxis, la cual, según ella, va por buen camino, aunque no dio más detalles para no entorpecer el proceso.

Cabe recordar que Lorena Velázquez fue operada previamente por un cáncer que se consideraba posible eliminar con la operación y radiaciones posteriores. Sin embargo, la gasa dejada impidió que su herida cicatrizara adecuadamente. Aunque fue enviada a radioterapia seis meses después, el responsable del tratamiento le comentó que ya no era viable, pues sólo la lastimaría sin combatir la enfermedad.

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