Tras más de 105 años de estar separados, el general Felipe Ángeles y su esposa, Clara Krause Sánchez, ya están juntos en el Panteón Municipal de Pachuca, luego de que sus restos fueran repatriados por el gobierno de México desde el cementerio Calvary, en Nueva York.
En una ceremonia en la que estuvieron presentes los titulares de la Secretaría de Gobernación, María Luisa Alcalde Luján, y de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González, así como la canciller Alicia Bárcena Ibarra, se depositaron las cenizas de ella en el sepulcro ubicado en la capital hidalguense, donde yacen los restos del general nacido en Zacualtipán de los Ángeles, Hidalgo, considerado una figura emblemática de la Revolución Mexicana.
Alcalde Luján calificó este hecho como histórico y conmovedor por la historia de amor entre el general y su amada, quien tuvo que huir con sus hijos a Estados Unidos durante ese conflicto armado para protegerlos.
María Eugenia Ángeles Sánchez, nieta de la pareja, narró que su familia fue separada por la Revolución y no se conocían, pero con el proceso de repatriación, se reencontraron y ella también conoció aspectos de la vida de su abuela.
También relató que la pareja se envió cartas de amor y despedida poco antes de morir; él fusilado y ella cuatro días después por un infarto, lejos de México. Ambos fallecieron en 1919. Ninguno alcanzó a leer el texto del otro.
Durante el acto protocolario se narró que, cuando Clara estaba en su lecho de muerte, aún llamó a Felipe Ángeles, sin saber que ya había muerto.
“Por más de un siglo alejados, finalmente se reencuentran para unirse eternamente Ángeles y Clarita, cumpliendo las leyes humanas y celestiales en 1896 y 1897”, narró el encargado de dar la reseña de quien fue miembro del Heroico Colegio Militar.
