Luego de haber perdido la serie en el Gasmart contra los Diablos, los Toros de Tijuana llegaron con hambre de venganza al Estadio Harp Helú, y le propinaron a los escarlatas la primera barrida en ese inmueble.
La escuadra comandada por Oscar Robles mostró por qué terminó en el liderato norteño en la primera vuelta, con una escuadra muy completa.
En el primero de la serie Luis Alfonso Cruz castigó a sus ex compañeros con par de cuadrangulares produciendo cinco de las seis carreras de su equipo, que contó con una buena labor del importado Michael Mariot y buenos relevos de toda una pléyade de importados desde Horacio Ramírez, Mikael Cleto, Jumbo Díaz, Bryan Bernardino, Gerardo Sánchez, Jason Urquídez y Jake Sánchez que limitaron a 4 carreras a los escarlatas. El derrotado fue David Reyes.
Para el segundo juego Maxwell León salió de la banca para conectar un homerun de dos carreras que le dio la vuelta al juego y le dio el triunfo a Jesús Pirela, que había relevado al abridor Terence Marín, por 6 carreras a 5, con salvamento de Jumbo Díaz, El Wolverine Ricky Álvarez también se fue para la calle.
En el tercero, los cañones fronterizos de Junior Lake y Carlos Peguero explotaron y los bureles terminaron apaleando a los Diablos por 13 carreras a 8, pese a cuatro cuadrangulares rojos, dos de Japhet Amador, Emmanuel Ávila y Carlos Figueroa.
El triunfador fue el novatito Javier Reynoso, quien cuando relevó tenía una efectividad de ¡108 carreras!
Estos Toros demostraron ser un trabuco al que además de los mencionados hay que agregar a Isaac Rodríguez, Leandro Castro, Cavier Carrillo y Gabriel Gutiérrez.
En suma, un equipo que seguramente peleará el título.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.