El cineasta norteamericano Jim Jarmush se ha convertido en un director de culto gracias a filmes como Hombre muerto o Paterson, entre otros muchos. Recientemente, realizó una parodia sobre vampiros titulada Solo los amantes sobreviven; por eso, no es de extrañar que ahora, con Los muertos no mueren, lo haga con los zombis, que acaban de ser bien parodiados por Reuben Fleischer en Zombieland 2.
El guion del propio realizador llega a extremos como que el sheriff Cliff Roberston (Bill Murray) se queja por la repetición de una canción, hasta que le explican que se trata del tema de la película, o que el oficial Ronnie Peterson (Adam Driver) repite que todo saldrá mal y, al ser cuestionado por qué dice eso, responde que él sí leyó el guion.
La Tierra se ha salido de sus ejes y eso provoca, entre otras cosas, que los muertos de los cementerios retornen a la vida, hambrientos no solamente de cerebros, sino de todo lo demás. El sheriff y sus ayudantes tratan de imponer la calma y recibirán la inesperada ayuda de la encargada de pompas fúnebres Zelda Winston (Tilda Swinton), quien, armada con una katana y ataviada al estilo de Kill Bill, decapita zombis a diestra y siniestra.
Jarmush se divierte de lo lindo haciendo guiños de ojo a los cinéfilos con alusiones a La noche de los muertos vivientes o a La guerra de las galaxias; sin embargo, Dead don’t die no resulta un filme para todo público, por su particular sentido de humor, pero los cinéfilos de hueso colorado la disfrutarán, aunque deben apurarse para hacerlo, pues solamente queda en un cine.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.