Uno de los estrenos más esperados del año es el de Batman, el héroe creado por Bob Kane y Bill Finger en 1939, que ha sido llevado a la pantalla en una decena de ocasiones, interpretado por todo tipo de actores: el simpático Adam West; los anodinos Michael Keaton y Val Kilmer; los caritas George Clooney y Ben Affleck, y el intenso Christian Bale, con desiguales resultados; así, pues, el director Matt Reeves no parecía tener mucho margen de maniobra y ha decidido retornar a la estética de Cloverfield, con un Batman (Robert Pattinson) bastante oscuro y vengativo.
Los villanos son parte de esta estética, desde Gatúbela (Zoe Kravitz, ninguna tan bella como Julie Newmar), un irreconocible Pingüino (Colin Farrell) y un deslavado Acertijo (Paul Danno).
Quienes esperen espectaculares gadgets como el batimóvil se llevarán un chasco, pues el hombre murciélago anda mayormente en moto y la baticueva es una bodega abandonada; sin embargo, Reeves se las ingenia para mantener el suspenso y la acción durante casi tres horas.
El Batman de Pattinson es un ser atormentado, que ansía tomar venganza por el asesinato de sus padres; se ha convertido en un ermitaño al que no le interesa el dinero, y es cuidado por su fiel mayordomo, Alfred (Andy Serkis).
El hombre murciélago habita en una ciudad corrupta en donde prolifera el crimen y la droga.
Luego del blandengue Affleck, este Batman recobra su puesto, aunque no está a la altura del de Christian Bale.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
