Una de las visitas más esperadas del año era la de los Tecolotes de los Dos Laredos. El equipo fronterizo ha sorprendido a propios y extraños manteniéndose en el primer lugar desde el principio de la temporada, por lo que sorprendió la salida del mánager Mark Weidemair y la llegada de Félix Fermín, quien ya había trabajado con ellos años antes.
Para comenzar, los Tecolotes llegaron mermados, pues su mejor cañonero, Balbino Fuenmayor (.376, 9 cuadrangulares y 37 producidas), está fracturado, y la lluvia se encargó de ahuyentar a los espectadores; sin embargo, disfrutamos de uno de los mejores juegos de la temporada: José Antonio Flores fajado en un duelo con Bernardo Flores, que llegó a la última entrada con el marcador uno a cero.
Vimos en las últimas entradas a los velocistas George Brussard y Rodríguez Wilkins (quien detuvo las pistolas de radar a 102 millas). De poco le sirvió la velocidad, ya que los Diablos le dieron la vuelta al juego y ganaron dos a una.
Al día siguiente, los pingos atacaron temprano al trencitas, Williams Pérez, y le hicieron cuatro carreras en la primera entrada, para terminar imponiéndose 7 a 6. Cuando se esperaba la reacción de los Tecos en el tercer juego, sorpresivamente se anunció la suspensión por un brote de Covid-19 en las filas de los dos Laredos; así, pues, nos quedamos con las ganas de ver a Júnior Guerra y a Gabino Ávalos.
A la ofensiva, los Tecolotes cuentan con un buen primer bat, Cade Gotta, y cañoneros nacionales como Roberto Valenzuela y Arturo Rodríguez, apoyados por Kennys Vargas; en cambio, decepcionaron el importado Josh Lund, con apenas un hit en la serie, y Alonzo Harris, abajo de .200, luego de haber sido uno de los mejores bateadores de la liga.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.