Sufragio efectivo no, ¡reelección!

La nada sorpresiva reelección de Alejandro Alito Moreno y de la hidalguense Carolina Viggiano es la crónica de un partido político antidemocrático que violó el postulado de la Revolución de jure y de facto, “sufragio efectivo, no reelección”.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.

El epitafio a la democracia la había dado el PRI desde su nacimiento en 1929, sólo que, en ese momento, la retórica revolucionaria en la política en México lo inundaba todo, inclusive, hasta los tempranos intelectuales de izquierda se sumaban al partido tricolor como lo hizo Vicente Lombardo Toledano. La confusión de las ideas y la ideología eran cosa de todos los días.

 

Es pertinente entender que las raíces del PRI se construyeron en las quimeras de la Revolución y que, en los hechos, su retórica sobre la “revolución institucional” caló hondo, al grado de que sus alientos le durarían más de 70 años como partido hegemónico.

 

La nada sorpresiva reelección de Alejandro Alito Moreno y de la hidalguense Carolina Viggiano es la crónica de un partido político antidemocrático que violó el postulado de la Revolución de jure y de facto, sufragio efectivo, no reelección”, slogan político que, por cierto, tampoco hicieron caso los herederos del panismo, también a título de jure y de facto.

 

Los sucesivos gobiernos del PRI se caracterizaron por el dedazo de cúpula, réplica que en Hidalgo ahora se hace a título de escaños y candidaturas, sean a voto directo o por el paraíso plurinominal del que gozan sus líderes, sin aspavientos y en una postura que devela los entretelones de bases militantes en pleno avasallamiento y antidemocracia doméstica que amaestra con singular poder alienante a las conciencias, si es que las hay.

 

Por ende, ¿quién puede sorprenderse que Alejandro Moreno y Carolina Viggiano nuevamente conduzcan los destinos del agónico PRI?, ¿no son acaso, tan responsables de la debacle priista la cúpula en el poder como la base militante?

 

De acuerdo al científico Carl Sagan, los dinosaurios no se extinguieron, evolucionaron; bajo esta hipótesis, tenemos PRINOSAURIO para rato, por lo que los vaticinios de diversos análisis políticos sobre que Alito Moreno y Carolina Viggiano van a llevar a la extinción al partido tricolor son, prácticamente, inverosímiles.

 

En los hechos, el poder regenerativo del PRINOSAURIO es de tal magnitud que, aún en las peores condiciones y manejos a título gubernamental como la administración de Enrique Peña Nieto, ha sido capaz de sobrevivir, pervivir y seguir su existencia con los pies en el lodo y la frente en alto.

 

La reelección de Moreno y Viggiano no puede sorprender a propios y extraños, porque obedece a una praxis política de todos conocida. El PRINOSAURIO es un partido que se camufla como democrático, se mimetiza como revolucionario y se esconde en la institucionalidad de un sistema político laxo, que pide a gritos una reforma para evitar que las tropelías de la partidocracia sigan obstruyendo la sana evolución intelectual del pueblo.

 

Que sirva como una lección moral a la sociedad lo ocurrido con la reelección de la cúpula del PRINOSAURIO.

 

El sistema político en México debe ser la próxima reforma que encauce el proyecto de la 4T en su 2º Piso de transformación, ya que, de lo contrario, las gotas amargas que arroja el latrocinio político de la simulación y la pantomima continuarán dándole la pervivencia evolutiva a los partidos dinosaurio que hacen de la política y la democracia, la herencia maldita para la transformación política en México.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.