Sonia Ocampo: Es tiempo de irse

El pasado 21 de febrero, Sonia Ocampo terminó su cuarto periodo al frente de la Sección XX del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (SNTSA), dirigencia de 12 años que muchos trabajadores reprueban por temas como falta de transparencia y rendición de cuentas de las cuotas que los agremiados pagan cada mes, la cual, en una afirmación realizada a los medios por parte de JUAN ALBERTO PÉREZ MEJÍA, delegado del Sindicato de Trabajadores del Sistema Nacional de Salud (STSNS), es de 200 pesos, que multiplicados por el total de sindicalizados deben ser algo así como DOS MILLONES DE PESOS, si como dice la propia Sonia Ocampo, la Sección XX tiene 10 mil miembros, o sea, la mayoría.

 

La permanencia de Ocampo durante cuatro periodos provoca dudas, incertidumbre y reclamos de muchos miembros de este sindicato, al grado de que la Sección XX sufrió una escisión de más de 500 miembros que forjaron la creación de la Sección IV en el espíritu de la Reforma Laboral, la cual busca que los liderazgos en los sindicatos nazcan de la voluntad libre y secreta de los trabajadores y no de otras fuentes.

 

Sonia Ocampo sabe que su tiempo se acabó como secretaria general del SNTSA desde finales de febrero y que con el pretexto de la pandemia ha permanecido en el cargo por casi cinco meses que los inconformes dicen que quiere extender un año más.

 

INCONFORMES, ¿POR QUÉ?

Quienes la quieren fuera del sindicato señalaron a medios de comunicación que Sonia Ocampo ha incurrido en UN MANEJO OPACO DE LAS CUOTAS SINDICALES, falta de información y rendición de cuentas que cada mes suma una buena lana y dicen los que la acusan que solo ella sabe en qué se usa o en qué manos termina.

 

También la señalan de NEPOTISMO, pues aseguran que en las nóminas de Salud tiene registrados a hijos, esposo, sobrinos y recomendados que tienen cargos porque ella así lo decide, además de exhibir, de manera torpe, fotografías de sus hijos en viajes por varios países del mundo.

 

A estos abusos que los trabajadores de Salud ya no están dispuestos a soportar se suma el hecho de que Ocampo fue vacunada cuando no le tocaba, lo cual provocó que le quitaran la dirección del Hospital General de Pachuca a MARIO ALBERTO TENORIO, quien al parecer autorizó esta maniobra.

 

Se percibe mucho malestar entre los trabajadores, lo que se puede y debe corregir con la salida de Sonia Ocampo, porque ella sabe que estos cargos no son para siempre, como pasó con POMPEYO RUBÉN Y AUGUSTO ÁNGELES, que parecían inamovibles, y ella y GERARDO ÁRCEGA los dejaron fuera, finalmente Árcega cayó y llegó Sonia Ocampo. Ella, con 12 años en el cargo, ya se tambalea en camino a un cambio que parece inevitable, aunque no descartan que quiera heredar la mina a uno de sus hijos. Se ve difícil, pues son otros tiempos.

 

Recordemos que los sindicatos pierden su fuerza política cuando están aliados al poder, problema que busca corregir la Reforma Laboral, sobre todo en casos donde se crean liderazgos que pretenden ser eternos, seguramente con aciertos, pero con muchos abusos en todos los sentidos.

 

Los cambios pueden ser buenos.


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