Solidaridad nacional, un discurso que se agotará pronto

Nada compra, y cobra, mayores lealtades que el discurso del nacionalismo, máxime cuando la soberanía es amenazada por un extraño enemigo.

Las amenazas y hechos consumados por el presidente norteamericano Donald Trump contra México han desatado una fuerza solidaria entre los mexicanos que no se había presentado desde el terremoto de 1985; cuestión que es positiva en todo pueblo, pero que es, en todo caso, un sentimiento de unión reactiva y en realidad, una catarsis social ante la serie de escenarios inciertos que vive el país: pobreza, desigualdad, corrupción, inseguridad…

Pero toda catarsis tiene límites.

En un momento donde la popularidad del presidente Enrique Peña Nieto se encuentra por los suelos, se presentan las amenazas del fuerte contra el débil, de la potencia contra la dependencia, y es lógico que la reacción social sea de defensa de lo poco o nada que se tiene, pero que al fin y al cabo, es suyo.

Las muestras de empatía y solidaridad hacia el cierre de filas de los mexicanos para con su gobierno son más que evidentes; hasta la clase política y sus huestes partidistas se ven racionales, el mismo Peje se suma al apoyo de Peña Nieto. Todo parece, en este escenario, miel sobre hojuelas.

Pero ante los estragos económicos como las heridas abiertas del gasolinazo, el desempleo, la disminución de las remesas de migrantes, el clima de inseguridad y la pobreza como perro flaco y la corrupción pública como festín orgiástico, las cosas volverán a su realidad y el agua tomará su nivel, y una vez que esto suceda, la catarsis sucumbirá y el ciudadano común abortará este apoyo al gobierno que hoy parece infinito.

¿Cuál es la prospectiva del escenario? De no ocurrir una especie de milagro político, el PRI saldrá de Los Pinos, tendremos un gobierno de aparente reestructuración nacional en 2018, Donald Trump reelegirá, el muro de los lamentos lo pagará México, o mejor dicho, los ciudadanos, y se recrudecerá la guerra económica del G2 (EUA-RUSIA) en contra de China, mientras el califato de Isis seguirá atacando las posesiones de occidente.

Al mismo tiempo, esto servirá a Estados Unidos, y en concreto a Trump, para iniciar incursiones armamentistas en países del Medio Oriente, mientras América Latina se prostituye ante China y seguimos en la miopía de vender nuestros recursos al mejor postor, sin aprender ni entender nada.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.


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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.