Frente a la tragedia que significó el sismo del 19 de septiembre, los ciudadanos han demostrado su enorme solidaridad, la cual ha trascendido razas y clases sociales. Ahora les corresponde a los partidos políticos hacer a un lado sus diferencias y mostrar su solidaridad con la reconstrucción en los estados afectados.
A pocos meses de llevarse a cabo las elecciones de 2018, seguramente más de un partido ha analizado las consecuencias de una mala decisión tomada frente a los ciudadanos en esta coyuntura; pero también, la posibilidad de lucrar con el dolor de miles de hogares que han enfrentado las consecuencias de los temblores, a fin de comprar votos dentro de una estrategia clientelista.
Lo más acertado sería que los partidos políticos, por primera vez y en beneficio de los ciudadanos que lo han perdido todo, dejaran a un lado sus intereses, más que las diferencias ideológicas que no existen en esencia, pues al final todos viene del mismo tronco común: el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Por lo pronto, en medio de declaraciones previas y aisladas de los voceros de los partidos políticos, el PRI ha hecho una propuesta contundente y realista, al invitar a todos sus colegas a “renunciar de inmediato, y en su totalidad, a la última partida presupuestal asignada para el 2017”, con lo cual se podrían reunir más de mil millones de pesos para apoyar a las familias afectadas por el sismo.
El presidente del PRI, Enrique Ochoa Reza, pretende pasar del dicho a los hechos, al señalar que este es el “momento de demostrar con acciones las intenciones de apoyo a damnificados”. Siguiendo la propuesta que ha hecho Ochoa, los partidos políticos podrían devolver al Instituto Nacional Electoral (INE): 250 millones de pesos el PRI; 190 millones de pesos el PAN; 114 millones de pesos el PRD; 54 millones de pesos el PT; 84 millones de pesos el PVEM; 78 millones de pesos, MC; 60 millones de pesos el PANAL; 95 millones de pesos MORENA y 57 millones de pesos el PES.
Pero al margen de esos recursos que podrían destinarse a la reconstrucción, ¿no será este el momento de que los partidos políticos reduzcan a la mitad los 6 mil 788.9 millones de pesos, programados para las elecciones de 2018 como financiamiento público? Por ahora, lo más aplaudible de lo que ha declarado el presidente del PRI ha sido la intención de su partido de proponer una reforma constitucional en el actual periodo ordinario de sesiones, a fin de eliminar las diputaciones plurinominales locales y federales, cuyo financiamiento absorbe 11 mil 600 millones de pesos, según Ochoa Reza, algo que constituye un compromiso de campaña del presidente Enrique Peña Nieto.
Ojalá que los partidos sigan el ejemplo de la sociedad civil frente al sismo y no hagan de la tragedia humana un tema de discusión, porque en este momento el dolor de miles de familiar que han perdido todo no debe ser objeto de debate. Los mexicanos no han dudado un instante en mostrar su solidaridad con los damnificados, ni se detuvieron a pensar quiénes eran o cuál era su posición social, simplemente actuaron; así deberían hacer los partidos, seguir el ejemplo de la sociedad civil y de miles de jóvenes que podrían tener entre sus manos el destino de las elecciones en 2018.
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Por: José Luis Ortiz Santillán
Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.