Es innegable que el país vive un déficit de seguridad cuyas estelas lo invaden prácticamente todo.
Increíblemente, vemos niños que diseñan mochilas antibalas, que la gente que tiene dinero usa escoltas y que las medidas de seguridad en diferentes hogares del país se multiplican, sin que hasta ahora las cosas cambien.
El asunto apunta a la corrupción pública, cuestión por la cual el Estado ha sido impugnado por diversos organismos internacionales, al grado que existe una presión política y social a la que hasta ahora no existe una salida.
En esta descomposición política, el diario “Norte” de Ciudad Juárez ha cerrado sus puertas debido a que el asesinato de Miroslava Breach se suma a la serie de crímenes cometidos en contra de periodistas y que no parecen tener ni solución y, mucho menos, esclarecimiento.
La medida tomada por este periódico denota impotencia ante la corrupción pública e inseguridad que se vive, por lo que frente a las inconsistencias en la procuración e impartición de la justicia, este tipo de realidades no pueden extrañarle a nadie, por dolorosas que sean.
Pese a que el Estado ha señalado que existe una reestructuración sobre los cuerpos de seguridad y la misma procuración e impartición de la justicia y, a esto se le pretende sumar una Ley que le permita al Ejército contar con los elementos para proceder como medio de defensa ciudadana, hasta ahora las cosas no caminan.
Es increíble, pero la violencia le ha cobrado una cara factura a la ciudadanía, que se ve aquejada por diferentes actos que atentan contra su seguridad, cuestión que tiene enrarecido el ambiente y que ha dejado en indefensión a cualquiera, por lo que es común escuchar historias espeluznantes de casi cualquier persona que ha sido asaltada, madreada, violentada y que vive presa del temor tomado medidas para su seguridad porque no confía en las fuerzas de seguridad pública ni en los órganos encargados de hacer valer la procuración e impartición de la justicia.
Con el asesinato de la periodista Miroslava Breach no acabará la inseguridad en Ciudad Juárez o en el resto del país; quizá como tantos otros, primero, se erija como una infausta narrativa para pasar a anécdota social y, finalmente, quedar en el olvido.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.