Sin daños a terceros

Sí: hoy se festeja a los santos inocentes y el artículo viene ad doc, o dicho de otro modo: como anillo al dedo entre tanta ingenuidad social.

Este año nos desayunamos ante el ascenso de la Ley 3de3, cuando vimos que los pesos pesados de la política no eran blancas palomas, cosa que ya sabíamos pero que ante el cinismo y la desfachatez cobra un “está bien mamar, pero no te lleves al burro”.

El caso es que de pronto nos enteramos de innumerables inconsistencias, como que no se declaraban todos los bienes de estos personeros, que los montos patrimoniales eran inexactos, que su riqueza siempre se debía a herencias o a un arduo trabajo en la vida privada, que nunca usaron su puesto y relaciones para obtener ventajas en sus negocios privados… en fin, una serie de estelas de pus que dan asco.

Así, desfilaron muchos nombres que trataban de hacernos creer en la transparencia, probidad y honestidad a toda prueba, y que si algo no concordaba, o era un ataque político o un arqueo realizado de forma indebida, pero de todos modos ellos eran honestos a cagarse.

Así, desde César Duarte, Margarita Zavala, Ricardo Anaya, Javier Duarte, Enrique Ochoa, sin olvidar al Peje, bla, bla, bla, bla; si me falta un bla, me avisan; todos los personeros no tiene cola que les pisen, son transparentes y es su pericia en los negocios a nivel privado o la pericia de sus familiares, aunado a sus ahorros en la carrera pública, las que explican clara y perfectamente sus fortunas.

LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS

¿Usted sabe que en México sobreviven más de 60 millones de pobres cuya esperanza de vida es nula?

¿Sabía usted que nunca antes en la historia del país existieron tantos pobres y tanta desigualdad social?

¿Ha considerado alguna vez que la riqueza de los menos, siempre crece al amparo de la clase política y lo mismo sucede con la pobreza de los más?

Si quiere ver la inocencia reflejada en su rostro, siga creyendo en la Ley 3de3, siga pensando que las iniciativas ciudadanas controlan el quehacer público y, por favor, duerma tranquilo.

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Por: Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.






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CRONOS - Carlos Barra Moulain

Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.