La flama de la Estafa Siniestra sigue viva y sus pesquisas en manos del titular de la Procuraduría de Justicia, Francisco Fernández Hasbun, abren un nuevo capítulo frente a la revisión de la Auditoría Superior de Hidalgo (ASEH) sobre 200 trabajadores de la administración del exalcalde de Pachuca, Sergio Baños Rubio, cuyas irregularidades son un factor de corrupción e impunidad que enuncia la descomposición sistémica de la malversación pública de los gobiernos del antiguo régimen en Hidalgo.
La serie de inconsistencias y anomalías en la gestión municipal del exalcalde Sergio Baños causaron durante su administración -y también después de ella- un repudio social de los que no existen precedentes históricos en el área metropolitana de la ciudad de Pachuca y más allá de ella, al grado que la descomposición de su Cabildo dio pauta para desencuentros sociales mayúsculos, que lo mismo oscilaron frente al desastre de la basura como en los problemas de seguridad pública que se incrementaron en los desaciertos del comercio irregular y los focos delincuenciales, así como en los escenarios superfluos de las redes sociales que manejaba el Ayuntamiento.
Recordemos que uno de los enfrentamientos que elevó la temperatura política dentro de las campañas electorales de junio de 2024, se presentó en las impugnaciones que realizó el entonces aspirante a una diputación federal y exgobernador de Hidalgo, Francisco Olvera Ruiz, quien denunció tanto la traición política de Baños Rubio como su oportunismo empresarial a expensas del PRI en entrevista Cara a Cara para Effetá, lo que provocó la reacción del entonces alcalde de Pachuca que pidió derecho de réplica a Effetá y no a Olvera Ruiz, quien hizo las impugnaciones.
Effetá como medio de vanguardia periodística en Hidalgo, concedió una entrevista al alcalde Sergio Baños Rubio, quien centró la discusión al tenor del argumento que su administración había efectuado 200 mil obras en la ciudad de Pachuca, de las cuales señaló que tenía registros que no fueron corroborados. La entrevista fue álgida y develó incongruencias del edil, así como desconocimiento público como el “hallazgo de comercio informal” en mercados de Pachuca y de obras superfluas como la barda perimetral de Valle de San Javier que le costó a la ciudadanía 3 millones de pesos.
La criminalización y desplazamiento de responsabilidad pública del alcalde en funciones, Sergio Baños Rubio, llegó cuando tildó de “puercos” a la ciudadanía que materialmente en Pachuca sacó la basura a la vía pública como prevención a un problema de sanidad insostenible que se podría presentar de tenerla en sus hogares debido a que el servicio de limpia y basura del Ayuntamiento no sólo era ineficiente, sino que en gran parte de su administración brilló por su ausencia.
La obra pública en Pachuca prácticamente fue precaria e insuficiente, al grado que el deterioro de la pavimentación causó estragos y accidentes vehiculares, así como el deterioro que sobrevino de los drenajes y las afectaciones al suministro de agua potable.
Las calamidades nunca vienen solas.
En la memoria colectiva de la ciudadanía de Pachuca no existe registro citadino de las 200 mil obras realizadas por el Ayuntamiento que presidió Sergio Baños Rubio, como tampoco lo existe en los arqueos de la obra pública. La nota mayúscula en la hilaridad de las pantomimas públicas se presentó con la creación del Centro Canino, en el cual las irregularidades de maltrato animal fueron denunciadas por organizaciones de la sociedad civil, cuenta legal pendiente como otras tantas de la administración de Baños Rubio.
El colofón y cereza del pastel la constituyen los presuntos 200 aviadores, cuyos trabajos irregulares presentan anomalías como el nepotismo público y el sobresueldo, el tráfico de influencias, corrupción e impunidad pública que la Auditoría Superior de Hidalgo ya precisa en sus indagatorias sobre la administración del exalcalde Sergio Baños Rubio, quien deberá responder por los estragos y anomias públicas que han dejado profundas heridas sociales en Hidalgo.
