En el marco de las declaraciones absurdas y estúpidas, en Chile Sebastián Piñera les pide a los “pacos” –carabineros- enfrentar al “enemigo”, en un llamado ambiguo que lo único que pretende es seguir golpeando al pueblo para tratar de acallar las voces de resistencia social por la ley que envió al Congreso para defender el despliegue de las Fuerzas Armadas sin la declaración de estado de emergencia.
Este verdadero hijo de puta conocido como Sebastián Piñera es el legado que nos dejó a los chilenos la dictadura cruenta y brutal de Pinochet, general rastrero e inmundo que hoy no acaba de morir junto con los resabios del Ancien Regime, que tienen postrada a la nación en una encrucijada que debe trascender en la redistribución del poder del Estado en la sociedad y, como consecuencia, el rubro de oportunidades que dignifiquen la chilenidad y a su pueblo.
Nada tan ingrato como la oscuridad que parece estar tramando la burguesía nativa y las elites del poder sobre lo que habrá de pasar en el mes de abril, cuando se defina el destino de los chilenos mediante la construcción de un plebiscito, el cual puede maniatar la innegable conquista social que pretenden los ciudadanos.
De tirarse, materialmente, un plebiscito ciudadano, o dicho de otra forma, en lugar de que se dé paso a un plebiscito ciudadano para pasar a construirse uno desde la visión de la clase política, se irá por tierra la lucha de décadas por hacer de Chile un país con conciencia social, cosa que elevará potencialmente las posibilidades de iniciar una guerra civil.
Chile debe plantear un antes y un después del “despertar”, nominación de la protesta ciudadana que a mí no me gusta, porque los chilenos siempre hemos estado despiertos sobre lo que sucede en Chile, pero no somos un pueblo que busque el enfrentamiento porque nuestra cultura y racionalidad siempre nos ha llevado a usar el diálogo como búsqueda de construcción social, pero los intereses creados de las elites son los que instrumentalmente han creado la represión, la tortura, el exilio y el genocidio como formas de acallar ese diálogo que la mayoría de los chilenos buscamos.
Sebastián Piñera seguirá junto a la elite del poder tratando de evitar la justa equidad que merecen los chilenos, pero esta vez el peligro de desbordar la conciencia no será posible, por lo que ya apresta a los milicos para traicionar, nuevamente, al pueblo.
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Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.