A veces los nuevos comienzos no son lo que esperábamos. Eso es lo que está sucediendo con el inicio de clases al nuevo semestre en la UAEH, que ha tenido un arranque caótico y confuso para alumnos y docentes.
Desde muy temprano, las redes sociales comenzaron a inundarse de mensajes sobre las fallas en el sistema institucional de la UAEH: la plataforma garza. La queja recurrente es que el sistema estaba saturado y no podía contener a todos los usuarios que intentaban ingresar para descubrir cómo sería este primer semestre en modalidad virtual.
Sin embargo, el verdadero colapso es el del sistema institucional, que pensó que con una capacitación en línea iba a preparar a todos sus docentes para hacer frente al nuevo curso cuando hay miles de lagunas en la comunicación interna de la universidad. Apostar por la plataforma digital de la institución implicó dejar de lado otras herramientas tecnológicas más amigables y flexibles que permitían el contacto con los alumnos de forma más orgánica y cercana.
Si bien la universidad logró hacer frente a la contingencia, este semestre lo ha comenzado en medio de la incertidumbre. Seguramente no es la única institución educativa que tendrá momentos complicados, es todo el sistema educativo el que está colapsando en esta nueva realidad que nos llegó de golpe.
Durante todos estos meses la responsabilidad ha recaído sobre los docentes de todo el país y su capacidad de enfrentar la nueva modalidad educativa, pero pocas veces nos hemos puesto a pensar en los procesos administrativos que complican y dificultan la labor de los profesores.
Los problemas de conectividad, acceso a la tecnología y dominio de las nuevas plataformas no son exclusivos de los alumnos, hay profesores que viven las mismas carencias que los estudiantes, que deben compartir su computadora personal con sus propios hijos o familiares, que no tienen el sueldo necesario para comprar un equipo, que no tienen certeza sobre sus contratos y que tendrán que malabarear con su tiempo y recursos para sobrevivir y evitar que se nos caiga el sistema.