Concluyó la conferencia internacional sobre la Nueva Ruta de la Seda, inaugurada el 14 de mayo por el presidente de China, Xi Jinping, y clausurada el lunes 15. Ahora la nueva cita es en 2019, con el compromiso de seguir promoviendo su gran estrategia de globalización, evaluar los avances e invitar a nuevos socios a sumarse a un proyecto donde ya no todos los caminos llevarán a Roma, sino a Rotterdam, Holanda, donde confluyen en esta nueva ruta del comercio y la integración.
La conferencia “Belt and Road” para la Cooperación Internacional concluyó en Beijing, donde el presidente firmó acuerdos con 68 países para desarrollar conjuntamente la infraestructura a lo largo de las nuevas rutas comerciales de la Ruta de la Seda, la cual pretende unir a Asia con Europa y África.
En la conferencia se exploraron los antiguos vínculos comerciales entre China, Asia, África y Europa. Los países a lo largo de las rutas representan alrededor del 40% por ciento del PIB mundial y existen muchas expectativas sobre el crecimiento de la región con las nuevas inversiones en infraestructura que puedan llevar las materias primas y los productos a los mercados, facilitar el acceso a las fuentes de energía y dinamizar el comercio de los tres continentes.
Aunque se ha señalado que el evento fue eclipsado por la ausencia de líderes de países desarrollados como Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Canadá o Australia, ahí estuvieron presentes 29 jefes de Estado y de Gobierno, entre ellos los presidentes de Rusia, Vladimir Putin; de Turquía, Recep Tayyip Erdogan; de España, Mariano Rajoy; de Grecia, Alexis Tsipras, entre otros.
Lamentablemente, la decisión de varios países europeos como Francia, Alemania y Gran Bretaña, de no firmar una declaración comercial en la conferencia, argumentando que la iniciativa no era clara en materia de licitaciones públicas, normas sociales y ambientales, afectó el impulso que pudo darle al libre comercio en medio del proteccionismo que parece práctica el presidente Donald Trump, quien ha anunciado ya un acuerdo comercial extraordinario con China.
Sin embargo, hubo 30 países involucrados en la iniciativa, incluyendo Malasia y Myanmar, que respaldaron el comunicado conjunto, acordando trabajar juntos para construir una infraestructura clave de la Nueva Ruta de la Seda, para la cual China ha propuesto 70 mil millones de dólares adicionales, con lo cual habría más de 113 mil millones de dólares para iniciar las obras a lo largo de los países de la Nueva Ruta de la Seda que no consideran aún el impacto social y ambiental.
El comunicado dice que los países promoverían “la cooperación práctica en carreteras, ferrocarriles, puertos, transporte marítimo y de aguas interiores, aviación, gasoductos, electricidad y telecomunicaciones” para impulsar el crecimiento y trabajar en un sistema financiero estable y sostenible a largo plazo. Además, señala que China promoverá asociaciones con Europa, Asia, África y Sudamérica, pero no hace referencia a Estados Unidos.
Centro América y México parecen no formar parte de los planes de China, lo cual podría alejar las inversiones chinas de México y su gran mercado, lo cual es lamentable, pues no hay nada seguro sobre la continuidad del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ni seguridad de que el mercado estadounidense siga siendo el destino del 80% del total de las exportaciones de México.

Por: José Luis Ortiz Santillán
Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.