En esta segunda visita de estos equipos, que por cierto se encuentran en los últimos lugares, nos percatamos de que son pocos los peloteros que han permanecido desde el inicio de temporada, por no decir los managers. Ninguno de los tres ha aguantado al manejado inicial.
El desfile de jugadores extranjeros ha sido interminable. Algunas veces sin justificación, así vimos ahora en León a Henry Urrutia y a Rainel Rosario, que eran símbolos en Saltillo, y que fueron intercambiados por los Saraperos en un movimiento inesperado que no les ha alcanzado para estar en zona de clasificación.
Hay otros como Luis Barrera que han tomado su segundo aire, en los Guerreros, luego de andar en Tigres y Piratas.
Por lo que toca a Oaxaca, en su anterior visita tenía como atractivo a Jerar Encarnación, que se fue a sucursales de Grandes Ligas. Ahora vemos a muchos ex diablos nacionales, relegados a la banca como Juan Carlos Ureña, Roberto Ramos y Ricardo Valenzuela.
Mientras que los publicistas de la Liga resaltan las buenas entradas en México, Tijuana y Monterrey, no dicen nada de las pésimas asistencias en Campeche, Chihuahua y Querétaro, estas dos últimas plazas de expansión en las que será difícil mantener el béisbol
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
