El Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria emitido este jueves en conferencia de prensa por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), reveló que cinco de los 13 Centros de Reinserción Social (Ceresos) de Hidalgo reprobaron en derechos humanos, ya que no garantizan, entre otras cosas, una estancia digna y la integridad de las personas privadas de su libertad.
Además, se observó la falta de condiciones de gobernabilidad, el incumplimiento de la reinserción social de los reos y la atención inadecuada a quienes tienen necesidades específicas relacionadas con la edad, padecimientos, etnia, género y orientación sexual.
Los Ceresos que reprobaron fueron el de Jacala, con una calificación de 3.5; el de Tenango de Doria, con 4.55; el de Ixmiquilpan, con 4.77; el de Molango, con 4.78; y el de Huichapan, con 4.79.
En el caso de Jacala, uno de los aspectos positivos es que no existen actividades ilícitas, pero hay un autogobierno, es decir, las funciones de autoridad recaen en algún o algunos reos. Además, hay una insuficiente alimentación, no hay actividades educativas, deportivas, laborales y de capacitación.
Tampoco hay separación entre procesados y sentenciados, y la integración de expedientes técnico-jurídicos es deficiente. Además, se brinda insuficiente atención a personas adultas mayores, personas con discapacidad, mujeres y menores que viven con ellas.
En tanto, los otros cuatro presentan problemáticas similares: autogobiernos, falta de medicamentos, deficiente alimentación y sobrepoblación. Sin embargo, el informe de la CNDH reconoce esfuerzos como capacitaciones y gestiones de visitas médicas.
A nivel global, Hidalgo obtuvo una calificación de 5.70. El mejor calificado fue el de Tula de Allende con 7.26, seguido por el de Pachuca, tanto en su sección femenil (7.07) como varonil (7.03).
