El reloj de la ciudad se ha detenido. La huelga de los trabajadores de Servicios Municipales en Pachuca se ha extendido hasta el corazón de la ciudad y amenaza con continuar si no se llega a un acuerdo con el municipio al respecto de un aumento de salario. Pero este acuerdo no llega y Pachuca colapsa poco a poco, situación que subraya la relevancia de estos trabajadores para el funcionamiento de la ciudad.
HUELGA, UN DERECHO LEGÍTIMO DE LOS TRABAJADORES
Históricamente, las huelgas han sido un derecho legítimo de los trabajadores para la obtención de beneficios y la mejora de sus condiciones laborales; los involucrados se abstienen de trabajar como una forma de protesta que obligue a los mediadores a tomar decisiones efectivas para todos.
PROTESTA DEL SUTSMP: EL MUNDO AL REVÉS
En la huelga del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Municipio de Pachuca (SUTSMP), encabezado por Percy Espinosa, muchas cosas están pasando al revés. En múltiples entrevistas a diversos medios, los trabajadores han manifestado su deseo por volver a sus labores, pues no entienden el móvil de la huelga en la que participan. Además, han hecho saber las necesidades económicas que enfrentan debido a la falta de ingresos.
Si a esto agregamos que los arreglos se han convertido en el juego del teléfono descompuesto entre la presidenta municipal y el líder sindical, entonces nos queda claro que estamos frente a una competencia de quién puede más en la que los trabajadores se vuelven marionetas.
¿QUÉ HAY REALMENTE DETRÁS DE LA HUELGA?
Una vez más, la esencia de los movimientos de trabajadores se pierde en la lucha por el poder y la legitimidad
en la que hay hilos que mueven las cosas a su manera y esa cuestión es la que nos gustaría comprender: ¿qué hay detrás de esta discusión?, y cuando digo detrás me refiero al verdadero principio de las cosas.
Tal vez eso no lo podemos saber, por ahora sólo tenemos la certeza de que los trabajadores de los Servicios Municipales de la ciudad hacen una labor indispensable y ojalá puedan saber por qué han dejado de trabajar y cuál es el fin último de su protesta.
Las huelgas están perdiendo poder en estos días en que los trabajadores somos sólo un número más en las enormes listas de afiliados (si tenemos suerte), siempre sustituibles, siempre remplazables por otra persona que no sepa por qué trabaja, ni por qué lucha ni por qué sigue…
