El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha señalado que la economía mexicana podría crecer 6.3% en este año y 4.2% en 2022. Con el 40% de la población de las economías desarrolladas vacunadas, el 11% en los países emergentes y un porcentaje menor los países de bajos ingresos, el FMI ha aumentado sus proyecciones para México en 1.3% respecto a sus previsiones de crecimiento de abril pasado; no obstante, las ha reducido significativamente para países como la India, gravemente afectada por la nueva ola de covid-19.
De acuerdo al FMI, la salida de la crisis en el mundo promete ser cada vez más desigual. En sus nuevas previsiones, publicadas este martes, la institución conserva el optimismo ya desplegado en abril, donde señalaba que esperaba un crecimiento global del 6% en 2021, lo cual reafirma nuevamente, pero revisa al alza el de 2022 en 0.5 puntos, hasta el 4.9%. Pero la suerte no es la misma para todos los países, lo que implica mayores dificultades para aquellos que recurrieron al endeudamiento para apoyar la reactivación económica, los cuales tardarán décadas en pagar los créditos, que no es el caso de México.
Gita Gopinath, economista en jefe del FMI, ha precisado que la brecha se está ampliando entre las economías avanzadas y muchos mercados emergentes y en desarrollo, pues el aumento de 0.5 puntos esperado este año para los primeros se compensa exactamente con una caída de 0.5 puntos para el segundo, por lo que para 2022 la perspectiva mejorada se basa en una revisión al alza considerable para las economías desarrolladas y una más modesta para los mercados emergentes y en desarrollo.
De este modo, el FMI vuelve a elevar su previsión de crecimiento en Estados Unidos hasta en 7% para este año, después de que lo fijara en 5.1% en enero y en 6.4% en abril. De tal forma que para 2022 lo ha elevado en 1.4 puntos, para llegar hasta el 4.9%, contribuyendo al crecimiento global en su conjunto. El optimismo de la institución se basa principalmente en el impacto anticipado del plan de inversión en infraestructura y la asistencia social adicional prometida por el presidente Joe Biden, a lo cual muchos países, como Brasil y México, con enormes reservas de divisas, deberían de sumarse.
Los países de la zona euro también están de plácemes después de la revisión del FMI, pues las previsiones también se revisaron al alza con un crecimiento de 4.6% en 2021 y 4.3% en 2022. Sin embargo, el panorama se ha oscurecido en los mercados emergentes y en desarrollo, especialmente en Asia, donde la India, devastada por una nueva ola de covid-19, ha visto caer sus previsiones de crecimiento en 3 puntos para este año, fijándose en 9.5% y 8.5% para 2022.
En el bloque de la ASEAN, el virus reduce las previsiones para países como Indonesia, Malasia, Filipinas, Tailandia y Vietnam, zona que mejora un poco más de 0.6 puntos, para llegar a 4.3% en este año y 6.3% en 2022. El caso de China, la caída de la inversión pública y de los apoyos fiscales explica una caída de 0.3 puntos, para llegar a 8.1% en este año y 5.7% en 2022.
Pero lo trascendental es que el FMI hace alusión a las “líneas divisorias cada vez mayores” entre las economías avanzadas y los países en desarrollo, comenzando por lo relacionado con el acceso a la vacuna contra el covid-19, que ha sido desigual para todos los países. El FMI coincide con “The Economist” en sus apreciaciones de principios de julio, cuando indicó que las nuevas fallas de la economía estaban relacionadas con el acceso de los países a las vacunas.
De esta forma, el mundo está dividido en dos bloques según el FMI, por un lado las economías avanzadas, donde casi el 40% de la población está totalmente vacunada, con lo cual podría esperar que su actividad se normalice este año; y por otro, el resto del mundo, donde la cobertura de vacunación es menos de la mitad de que han logrado los países desarrollados, por lo que habrá que seguir lidiando con las perspectivas de un resurgimiento de las infecciones y un aumento de las muertes vinculadas a covid-19. Países de África subsahariana particularmente se verán muy afectados, al igual que muchos países de América Latina y el Caribe, así como algunos países de Asia meridional y sudoriental.
Es por esta razón que el FMI realiza un llamado reiterativo a la solidaridad con el acceso a las vacunas, precisando que hay una “necesidad urgente” de donaciones de vacunas, de priorizar las entregas a los países menos vacunados y de eliminar las barreras a las exportaciones. Si se hacen esos esfuerzos, el comercio internacional global, especialmente de productos, debería crecer más rápido de lo esperado, en alrededor de 9.7% este año y 7% en 2022, un aumento de 1.3 y 0.5 puntos respectivamente, de acuerdo a los datos del Fondo.
Gita Gopinath ha señalado que la recuperación no está asegurada, por lo que se debe tener precaución en todas partes, incluso en las economías desarrolladas, siempre que el virus continúe circulando y puedan aparecer variantes nuevas, pues mientras la pandemia no disminuya en todo el mundo, no habrá recuperación, lo que implica, en medio de la globalización de la economía y sus externalidades, que las políticas multilaterales y nacionales sean concertadas y bien orientadas al objetivo global de la recuperación económica post pandemia; de lo contrario, las economías se seguirán divergiendo, alimentando el malestar social y las tensiones geopolíticas. Por esta razón, el FMI exhorta a los bancos centrales a tener paciencia y ayudar a este propósito con sus políticas monetarias.
Por: José Luis Ortiz Santillán
Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.