Recibe 25 años de prisión por desaparición de mujer; aún se desconoce su paradero

La jueza encargada del caso enfatizó que la víctima debe ser considerada con vida mientras no sea localizada. Como parte de la sentencia, se ordenó la colocación de una placa conmemorativa para honrar su memoria.

Carlos S.R. fue condenado a 25 años de prisión tras ser hallado culpable del delito de desaparición forzada por particulares cometido en 2018 en Pachuca, Hidalgo, en agravio de Karla Donají. La joven, quien tenía 23 años al momento de su desaparición, aún no ha sido localizada, por lo que se le considera con vida hasta que su paradero sea determinado.

«No se tiene el conocimiento de que la víctima haya perdido la vida. Se debe entender con vida mientras no se localice», señaló la jueza relatora durante la audiencia de explicación de la sentencia, realizada en la Sala Cinco de los Juzgados de Control y Oralidad en Pachuca.

Como parte de la resolución, la jueza ordenó que el Ejecutivo estatal y el municipio de Zempoala coloquen una placa conmemorativa en una plaza pública de la demarcación con el nombre de Karla Donají, para recordar su memoria y resignificar su búsqueda.

El delito se considera continuado, ya que la joven sigue desaparecida. La jueza destacó que el hecho ocurrió en los primeros minutos del 23 de septiembre de 2018, luego de que Karla Donají y Carlos S.R. visitaran dos bares en Pachuca donde tocaban música rock. Tras la desaparición, se configuró el delito de lesa humanidad de desaparición forzada por particulares.

¿Qué sucedió la noche de la desaparición de Karla Donají?

El 22 de septiembre de 2018, Karla Donají salió con Carlos S.R., quien tenía un interés afectivo hacia ella. Testigos señalaron que el hombre mostraba características de celotipia y que ya la había agredido y privado de su libertad en ocasiones anteriores.

Esa noche, ambos acudieron a locales donde tocaban rock. Según la versión del acusado, él dejó a Karla Donají en el Río de las Avenidas a las 00:21 horas del 23 de septiembre, argumentando que ella quería reunirse con amigos en un tercer bar. Sin embargo, esta declaración fue desmentida con pruebas periciales.

La geolocalización de los celulares indicó que Carlos S.R. se dirigió a su domicilio con la víctima esa noche. Además, el propietario del tercer establecimiento confirmó que no hubo eventos en su establecimiento esa fecha.

La sentencia incluye, además de la condena de prisión, la imposición de multas y la obligación de ofrecer una disculpa pública.


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