El temor de Gerardo Sosa Castelán al nombramiento de Raúl Arroyo surgió cuando este último quiso ser rector de la UAEH, es por eso que el patrón universitario siempre lo ha considerado un adversario.
Su llegada como procurador es un paso muy importante en la lucha contra la corrupción, pues significa que personajes como Gerardo Sosa no podrán intimidarlo para brincarse la ley y las averiguaciones.
De ello se desprende que el Grupo Universidad esté haciendo tanto ruido, diciendo que la elección ha sido sin su consentimiento, pues teme el desarrollo de ciertas averiguaciones, como la que pesa sobre la contadora de la UAEH, que podría traer más líneas de investigación.
En cuanto a los delitos en los que se les puede involucrar existe una larga lista que podría salir a la luz sin que sus chantajes puedan hacer mella.
Por otro lado, podrían estar preparándose escenarios para que Raúl Arroyo llegue a la rectoría universitaria y con esto dar por terminada la era de Gerardo Sosa, pues es tiempo de dejar atrás la época del vandalismo y porrismo, pero con justicia.