Esta semana asociaciones civiles se pronunciaron en el Congreso de la Unión por la homologación de la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, mientras que en el municipio de Tula se organiza una marcha por los estudiantes desaparecidos en Guerrero.
Pese a que los temas parecen similares a simple vista, hay un matiz político diferente en ellos. La petición de aplicar la ley en materia de desaparición forzada en Hidalgo ventila la preocupación por este tema en diferentes sectores de la población.
Por parte de la Legislatura anterior del Congreso del Estado de Hidalgo llama la atención su lista de prioridades, pues hizo caso omiso a la desaparición de personas pero pugnó por los “delitos contra el honor”, también llamados delitos de opinión en dictaduras latinoamericanas, pues la finalidad de tipificar este tipo de conductas radica en crear una versión de Ley Mordaza. También será interesante si la bancada de los 17 de Morena reforma este tema u homologa la legislación.
En un cariz político diferente se ubica la manifestación por los estudiantes guerrerenses desaparecidos, que no tiene otra finalidad que despertar una campaña mediática para revivir el tema de reapertura de la Normal Rural “El Mexe” y ocultar las deplorables condiciones en que se encontraba la institución educativa, así como las conductas perniciosas en que incurrían los alumnos precisamente por constituirse como un grupo de choque. Pues si bien es cierto que las normales rurales han sido nicho político en otras entidades, no fue el caso de Hidalgo. Pero los desaparecidos, al parecer en el estado, son utilizados para generar campañas mediáticas sin mayor conciencia.
Por cierto, la legislación que brinda una herramienta jurídica para los familiares de los desaparecidos y que reconoce un grave problema político y social que impera en México desde hace décadas fue trabajo del exsecretario de Gobernación.
Por: Martha Sáenz
Opiniones y cuentos de lo que veo.
