Todas las personas vivimos dificultades de distintas naturalezas, normalmente sociales, económicas, familiares, académicas o profesionales, extraordinariamente políticas, eclesiales o militares, y posiblemente nunca (o casi nunca) de carácter paranormal. Sin embargo, todas las dificultades son motivos para iniciar un nuevo camino o para superar dicho problema. Algo que es posible hacer en ambos casos es escribir.
El poema de Rudyard Kipling titulado If (traducido al español como Si) derivó del pensamiento político y se convirtió en una carta de intenciones salvíficas para el hijo del autor; en otro momento y en otro lugar, Juan de Dios Peza escribió en Reír llorando la tragedia de la depresión a través del payaso Garrik; de la misma forma, muchos otros autores han escrito para incidir en los lectores que hacemos propios sus poemas, cuentos, ensayos o novelas.
Mayté Romo, directora editorial de Elementum, presenta Clan de letras, para que los escritores y lectores se apropien de distintas expresiones literarias donde convergen vampiros, mascotas y tacos, en poemas, ensayos o cuentos.
Es así como inicio esta exposición para invitar a todos a atender la convocatoria de Clan de letras, publicación que mes con mes aparece impresa para su venta y cuyas bases para el mes de noviembre pueden ser consultadas en el siguiente vínculo: https://editorialelementum.com.mx/blog/entrada/238
Esto no lo escribo solo por difundir una convocatoria, hay un antecedente anecdótico y troncal para hacerlo. Hace aproximadamente siete años encontré una publicación de similares características a esta y en su contenido leí una participación del abogado Arturo Berumen Campos con un cuento que lleva por título Diálogo entre la libertad absoluta y el terror, cuyas líneas fueron lo suficientemente significativas para ser ahora parte del libro Introducción dialógica al Derecho, encontrándose en su segunda parte, en el capítulo 5, lo siguiente:
Terror: La primera diferencia que desaparece es la diferencia entre culpables e indiferentes.
Libertad: Pero, en algún sentido, los indiferentes también son responsables de las injusticias.
Terror: Esa es la segunda diferencia que desaparece con la libertad absoluta: la diferencia entre la culpa y la responsabilidad.
Libertad: ¿Cómo? ¡Explícate!
Terror: Para todos los revolucionarios delirantes, quien no se entusiasma como ellos es responsable de la situación, y quien es responsable es culpable y merece la muerte. Aquí empieza mi nacimiento, el Terror.
Este diálogo y el ensayo, de la misma publicación que leí hace siete años, que lleva por nombre Los derechos humanos y los unicornios, me han acompañado durante mucho tiempo y tienen la misma virtud que cada palabra escrita en Clan de letras: haber sido plasmados para su impresión y difusión.
Escribir no es una carrera, es un oficio, igual que la política y que cocinar; su profesionalización en el aula auxilia a un desarrollo más eficiente y eficaz de la actividad, pero cualquiera que tenga algo que decir lo puede hacer de forma escrita, teniendo, a partir de ese momento, posibilidades de encontrar lectores, es decir, de trascendencia.
Es así como una idea, con el auxilio de Editorial Elementum (que funge en este caso como comité calificador), puede llegar a ser plasmada en Clan de letras, incidir en la vida cotidiana de los lectores y, tal vez, en la vida pública de Hidalgo.
Me despido con la recomendación de que lean a autores hidalguenses, que escriban en editoriales locales y que busquen que sus pensamientos trasciendan a través de ensayos, crónicas, cuentos, poemas, críticas y cualquier otro tipo de manifestación escrita.
Por: Iván Mimila Olvera
Abogado y asesor en materia constitucional y autor de los libros "Cuestionario de Derecho Constitucional" y "Cuestionario de Derecho Constitucional de los Derechos Humanos". Actualmente es litigante en activo y asesor de diversas organizaciones de la sociedad civil.
