Mario Ortiz Murillo
En el beisbol, como en la vida, existen jugadores de todo tipo: los que juegan limpio, los que emplean artimañas, los que pueden decidir un juego y los que no tienen la mínima oportunidad de anotar. En cada caso se imponen los méritos de cada deportista, el entorno y hasta el arbitraje.
A propósito de la definición de candidatos, algunas escenas que quedarán en el imaginario de la afición, en la víspera del arranque de temporada 2018, cuando se decida quién ganará la codiciado trofeo del campeonato de Los Pinos.
Los ponchados: Miguel Ángel Osorio Chong, Eruviel Ávila, Ivonne Ortega, Manlio Fabio Beltrones, José Narro Robles, Aurelio Nuño y la larga lista de esos desilusionados peloteros que nunca entendieron que para ganar la franela del candidato de unidad, no era necesario militar en el equipo tricolor desde las tempranas juventudes, ni entregarse de tiempo completo a defender el proyecto de la Revolución Mexicana. En realidad, la estrategia implementada por el poderoso equipo revolucionario fue una jugada engañosa: generar una competencia artificial entre militantes para distraer a la opinión pública cuando en realidad siempre se pensó en favorecer a un mercenario que, sin identidad ni pertenencia con el equipo creado en 1929, se da el lujo de jugar con el PRI, antes con el PAN y con el que surja, ah, y ostentarse en la prensa como jugador libre.
En la tensa calma de los senderos: todavía con la esperanza de llegar a home y conseguir la anhelada postulación, se encuentran los jugadores del Frente Ciudadano, un equipo tuti-fruti donde hay azules, amarillos y descoloridos. En primera base, el más distante de la goma, aparece Miguel Ángel Mancera, el alcalde experto en maquillar tragedias, en perder delegaciones, en posar para la cámara y correr con sigilo porque, aunque toda su carrera ha portado la casaca del equipo del sol azteca, él insiste en promocionarse como independiente. En la segunda base aparece un relamido poblano, experto en toquesitos y promoverse en los medios de comunicación: Rafael Moreno Valle. Acostumbrado a promover los logros de su gestión, difícilmente el gobernador de origen panista llegará siquiera a tercera, aun si logra el empujo y apoyo de la corriente calderonista que sigue resguardada en el blanquiazul. El de mayor peligro, pese a su tierna apariencia de baby face, es Ricardo Anaya, él como los jugadores que son grandes robadores de bases, permanece en tercera base, no se roba el home porque tal audacia podría resultar suicida, pero el impulso de un experimentado toletero como Dante Delgado, un bateador emergente y peligroso del bando de Movimiento Ciudadano, podría llevarlo a anotar y dejar a los suspirantes en las bases llenas y amargados de por vida.
Los que sólo dan lata y detienen el juego: los “independientes”. Alargan el juego porque sólo batean de foul, ninguno de los que engrosa la lista tiene la mínima oportunidad de pegar de hit. Si acaso Margarita pueda llegar a la boleta con alguna jugada de sacrificio de alguno de los que evalúen, que ni siquiera les alcanza para llegar al casi millón de firmas para registrarse. El cabezón Ferriz de Con apuesta que él sí tendrá al menos un turno al bat y sólo con el milagro del cuadrangular lograría la hazaña de quedar en la competencia final; muy difícil luce el panorama para el más puritano de los beisbolistas inscritos en este juego de poder.
En el círculo de espera: por último, la que terminará agotada de tanto abanicar en el círculo de espera es la representante del consejo indígena del gobierno del Ejército de Liberación Nacional (EZLN), María de Jesús Patricio Martínez, conocida como Marichuy. La chiapaneca ni siquiera con el apoyo del subcomandante Marcos, ni de los miles estudiantes de la UNAM, por lo que no logrará llegar a la caja de bateo, lo menos probable será que logre batear, aunque sea de doble play.
Así el panorama, la delantera tomada por Meade y López Obrador como los únicos torpederos seguros en la contienda 2018, deja en desventaja a los restantes que siguen en la lucha interna. El ampáyer del INE está por cantar el play ball y parece que este juego sólo lo protagonizarán dos, ¿o acaso independientes y frentistas tienen alguna posibilidad? Sólo queda esperar.
@mariopuma
Por: Mario Ortiz Murillo
Por vocación sociólogo, de placer periodista. Soy un adicto enfermizo a las buenas y malas películas, especialmente las de culto (para mí). Me considero plural y lucho, desde mi humilde tribuna, en el aula y en la prensa por promover la tolerancia. Fiel seguidor de los Pumas, el mejor equipo de México y de la mejor institución del mundo, la UNAM. Aunque mi verdadera pasión no está en el deporte de las patadas sino en los batazos y las atrapadas. El rey de los deportes, según mi filosofía, debería convertirse en el deporte nacional y mundial por decreto de la ONU. Cuando esto ocurra, prometo jubilarme y dedicarme a bolear zapatos y arreglar bicis.