Principal desabasto de medicamentos lo sufren pacientes crónico-degenerativos: Salud Hidalgo

El principal desabasto que enfrenta el estado en cuanto a medicamentos son los destinados para pacientes crónico-degenerativos debido a que no ha arribado la compra consolidada desde hace algunos meses, informó la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH).

Ante ello, su titular Alejandro Efraín Benítez Herrera consideró que tal panorama lo viven todas las entidades de la República, por lo que al cuestionarle qué se hacía desde lo local refirió que efectúan licitaciones cuando llegan a encontrar a quienes puedan surtir la medicina “o en casos extremos una compra directa”.

En cuanto a cifras, expresó que hasta finales de 2019 había un abasto entre el 85 a 90 por ciento de todas las claves y número de medicamentos, mientras que ha habido una baja del 15 al 20 en dotación en las unidades de primer y segundo nivel.

 

Respalda exhorto desde Congreso a Ssa

Respecto al exhorto que lanzara desde el Congreso local la diputada del Partido Encuentro Social Hidalgo (PESH), Viridiana Jajaira Aceves Calva, a la Secretaría de Salud federal (Ssa) por las precarias ministraciones de insumos, Benítez Herrera lo consideró como bueno.

“Nosotros necesitamos que Salud federal, específicamente el Insabi (Instituto de Salud para el Bienestar), nos proporcione los insumos: tanto de medicamentos como material consumible y otros para poder operar correctamente”, señaló el secretario.

En tribuna en la sesión del martes, además, la asambleísta expuso que para el primer nivel de atención la provisión reportada por las jurisdicciones hasta el 14 del presente fue del 63.94 por ciento en medicamento y del 62.53 en material gastable.

De ellas, las de Jacala y Tepeji llevan los perores avances: 34.61 y 46.44 puntos porcentuales, respectivamente; mientras que del lado contrario Zacualtipán, Apan y Molango: 82.20, 79.53 y 75.09 tienen los mejores índices.

Ante lo anterior, Aceves Calva señaló que invertir en el primer nivel de atención permite disminuir el gasto en los subsecuentes (segundo y tercero), pues la interrupción temprana y oportuna de una enfermedad disminuye la probabilidad de complicaciones y además genera apoyos a la ciudadanía.


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