Jessica Blancas, secretaria de Finanzas, cumplió en tiempo y forma con la entrega del Paquete Hacendario, en el que se contemplan la Ley de Ingresos, el Presupuesto de Egresos, la Miscelánea Fiscal y Cuotas y tarifas, sin nuevos impuestos en Hidalgo. A más tardar, el 22 de diciembre todo esto tiene que ser aprobado, según informó Noemí Zitle, presidenta de la Comisión de Hacienda y Presupuesto del Congreso de Hidalgo.
Se supone que la comisión receptora llevará a cabo el análisis y discusión del presupuesto, lo votará con las aportaciones que juzgue convenientes y llegará al Pleno para que sea discutido y aprobado en lo particular y lo general. El presupuesto que se prevé es el más alto de la historia: 50 mil 202 millones de pesos.
CUÍDENLE LAS MANOS A LOS DEL GRUPO UNIVERSIDAD
Hasta aquí todo normal, pero ahora que inicia la discusión del presupuesto es cuando empieza el peligro de abusos, sobre todo porque se tiene la experiencia del Presupuesto 2019, en que los diputados de Gerardo Sosa abusaron de su mayoría y de la dejadez -por no decir otra palabra- de los morenos verdaderos para robarse el dinero de los hidalguenses, ponerlo al servicio de su patrón y pretender quedarse con 750 millones de pesos para acciones electorales en 64 municipios. Sólo ellos y tres diputados aliados aplicaron esa sucia estrategia, dejando fuera a 10 legisladores porque no jalaron con ellos en sus abusos, aunque quisieron disfrazar su atraco con una explicación torpe y absurda.
Ya se tiene la experiencia de ese chanchullo, incluida la asignación desmedida de una carretada de dinero a la UAEH y el abandono de 18 universidades a las que los sosistas, avalados por la tibieza de los morenos de verdad, les dieron una limosna.
Lo peor del asunto es que hasta en el abuso fueron torpes, porque quien era entonces presidente de la Junta de Gobierno, con una actuación desastrosa y llena de soberbia, contrató los servicios de una empresa de asesores, a quienes pagaron más de un millón de pesos por manosear el presupuesto presentado por el gobierno del estado y, por lo que se ve, sin la capacidad para hacer bien las cosas. Quien se supone era responsable ya dejó el cargo de la Junta de Gobierno y aun así pretendió adjudicarle a los sosistas y aliados 750 millones, como queda dicho.
Fue tal su desaseo y desconocimiento de las reglas, que impidieron que llegaran a Hidalgo 435 millones de pesos del Fondo de Compensación, porque quisieron imponer criterios que ignoraron la situación y logros del estado en el combate a la pobreza. Les valió e hicieron cuentas alegres desde la base del desconocimiento, por lo que sólo llegaron 225 millones que el estado destinó en beneficio de 45 millones de hidalguenses en 161 obras.
Sin embargo, ya se les conoce y no sería raro que pretendan chantajear con el nuevo presupuesto y se nieguen a sus responsabilidades si antes no les dan los 750 millones que siguen reclamando, en una actitud que recuerda a los antorchistas, que chantajean con todo para que les suelten la billetiza.
ELECCIONES 2020
El clima político en los albores de un proceso electoral puede llevar al Grupo Universidad a tomar medidas extremas con tal de conseguir dinero para su patrón, precisamente para las campañas que vienen.
Es ahí donde se les deben cuidar las manos, porque más de un diputado puede vender su alma al diablo con tal de tener dinero para su sueño de ser alcalde o poner a algunos de sus protegidos.
Afortunadamente tuvieron que dejar la presidencia de la Junta de Gobierno del Congreso, quedando al descubierto un manejo desaseado de presupuesto y plazas de trabajo que el que se fue, tiene que explicar porque es su responsabilidad.
Los morenos de verdad pueden, si quieren, jugar un papel de dignidad si tan sólo por encima del temor y los intereses que puedan tener para la elección del 7 de junio de 2020 ponen los intereses de la mayoría. De lo contrario, vendrá otro saqueo y decisiones en que privilegiarán la revancha y el resentimiento para actuar con estrategias para estorbar al gobierno del estado, pese a que el Ejecutivo lleve un gobierno exitoso reflejado en obras y acciones.
Eso ya sucedió el año pasado, ojalá y frenen otro hecho igual en el presupuesto para 2020.
Por: Adalberto Peralta Sánchez
Nací el 11 de mayo de 1946 en un pueblito que tiene una laguna con patos y un parque con bancas con el nombre grabado del donante. Una de esas bancas tiene el nombre de mi padre. Estudié Filosofía y ejerzo el periodismo desde hace varios años. Colaborar con mi hijo en EFFETÁ me llena de orgullo. Trataré de hacerlo bien.