A lo largo de cinco entregas, la saga de los Transformers de Michael Bay se ha consolidado como una de las más ridículas de la historia. Travis Knight, el apreciable director de Kubo y la búsqueda del samurai, ha sido encargado de una precuela titulada Bumblebee.
El guión de Christina Hodson se ubica en 1987, cuando en plena guerra en Cybertron, Bumblebee (Dylan O’Brien) es enviado a la tierra a establecer una base de la resistencia.
Ha tomado la forma de un viejo Wolkswagen amarillo que es descubierto entre la chatarra por la huérfana adolescente Charlie (Hailee Steinfeld), quien se la vive lamentando la muerte de su padre.
El heredero de las glorias de cupido motorizado se ha quedado sin voz, por lo que se comunica con las canciones de su radio.
Descubierto por los decepticons, debe enfrentarlos para evitar la destrucción de su raza y de la tierra.
Knight ha tratado de hacer entrañable la relación entre la chica y el auto, además de sus múltiples problemas familiares y su relación sentimental con su vecino Memo (Jorge Lundenborg).
Lo cierto es que esta mezcla entre telenovela y cinta de aventuras, aderezada con los consabidos efectos especiales, no resulta muy afortunada, aunque es menos aburrida que las cintas de Bay.
Bumblebee resulta pues una cinta solamente recomendable para los fans de la serie.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
