Verónica ANGELES
Tras haber logrado su cometido, es decir, pausar por segunda vez la sesión de instalación de la LXIV Legislatura, los diputados de la fracción lopezobradorista salieron del recinto legislativo lo más a prisa que pudieron. El objetivo fue muy evidente, ya que a los cinco minutos del reinicio de la sesión de instalación, el diputado de Morena, Rafael Garnica, propuso se declarara un receso.
Dos horas duró la discusión que no llevó a nada y en un momento de ruido Humberto Veras aprovechó para declarar el receso anhelado. Acto seguido, se dirigieron hacia la Torre Legislativa, todos escoltando a Humberto Veras Godoy, su líder. Pero no recordaron que en la Torre Legislativa hay torniquetes que te dan el acceso y esto ello retrasó la huida, debían esperar a salir uno a uno.
Se formó un tumulto en los torniquetes y así fue como algunos representantes de los medios de comunicación pudieron alcanzar a los veloces diputados, que hacían hasta lo imposible por retardar la carrera de los comunicadores y evitar que llegaran a Humberto Veras. Ejemplo de ello fue la actitud adoptada por Jorge Mayorga (sí, el exlíder estudiantil que llegó a la diputación por el distrito de Apan), que para impedir el paso a la reportera extendió su codo, pero al notarlo se le hizo ver con un: “¿vamos a meter codo, diputado?”. Ante el cuestionamiento de la comunicadora, la reacción fue bajar los brazos y responder: “no, no, ¿cómo cree?”.
Pasada la barrera de los torniquetes hubo quienes se dirigieron a los elevadores, pero la diputada Corina Martínez les señaló las puertas de salida, donde nuevamente se encontraron torniquetes. Fue ahí donde los medios alcanzaron a Humberto Veras y lo cuestionaron sobre el fundamento legal para declarar un receso, a lo que sólo atinó a decir: “En respeto a la autoridad del Congreso. El Congreso debe tener respeto”; se le insistió por qué el receso, ¿cuál es el fundamento legal?, ¿por qué salen así?, preguntas que se quedaron sin respuesta y sólo hubo silencio. De pronto un grito firme de Humberto Veras: “¡Ábranme esta puerta, por favor!”, se refería al acceso de discapacitados que está colocada al lado del torniquete. Vino a él un asistente, le abrió paso ante la ola de gente y pasó por el torniquete, subió a su camioneta, que salió como bólido del Congreso Local en caravana con la de los demás diputados de Morena.