Durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, anunció que la planta coquizadora de Tula comenzará a operar en julio de este año.
Esta planta, con una inversión de más de 5 mil 146 millones de dólares, se espera que contribuya significativamente a la reducción de la producción de combustóleo en las refinerías mexicanas, produciendo 80 mil barriles de gasolina y diésel en su lugar.
Romero Oropeza explicó que las refinerías en México producen aproximadamente el 30% de combustóleo, un subproducto de bajo valor y alto contenido de azufre. Para abordar este desafío, la administración actual emprendió la construcción de dos coquizadoras en Tula, Hidalgo, y Salina Cruz, Oaxaca.
La coquizadora en Salina Cruz, con un costo de 3 mil 500 millones de dólares, aunque no se completará en esta administración, se espera que contribuya con 74 mil barriles diarios de gasolina y diésel una vez finalizada, representando un avance del 54 por ciento para septiembre próximo.
En conjunto, estas dos coquizadoras agregarán 154 mil barriles diarios de gasolina y diésel a la producción de Pemex, con un costo total de 8 mil 600 millones de dólares.
Este proyecto busca no sólo reducir la producción de combustóleo, sino también mitigar la contaminación y mejorar la rentabilidad de la empresa estatal mexicana.