A raíz de los sucesos registrados el pasado martes en el Palacio de Gobierno de Hidalgo, el presidente municipal de San Salvador, Armando Azpeitia Díaz, en conjunto con los pobladores de la comunidad de Xuchitlán, solicitaron a las autoridades estatales sostener un diálogo equitativo y no subordinado, a que se atienda de manera adecuada la salud de Leobardo Hernández, uno de los lesionados por los hechos, así como la liberación de Juan López, detenido por las fuerzas estatales.
En rueda de prensa, el edil afirmó que los habitantes de dicha comunidad tenían algunos acercamientos con la Secretaría de Obras Públicas y Ordenamiento Territorial (SOPOT) para la petición de obras dentro de este punto en el municipio de San Salvador, mismas que aseguró se tenía un compromiso con las dependencias estatales.
No obstante, comentó que en los últimos momentos, las autoridades estatales les referían que no se tenía el presupuesto suficiente para solventar dichas obras solicitadas desde los comisariados y delegados de la comunidad, con lo que decidieron irse a Palacio de Gobierno, con la intención de reunirse con el gobernador o son sus representantes para plantearles el tema.
Determinó que fue después de la una de la tarde del martes cuando dijo enterarse de las agresiones entre los pobladores y la policía estatal a las afueras del recinto oficial, y donde aseguró que pudo ver que Leobardo Hernández Regino fue disparado con cápsulas de gas lacrimógeno, aun después que yacía inconsciente, como se apreciaron en algunas imágenes difundidas por los medios de comunicación.
A raíz de esto, aseveró que estas acciones representan una agresión inusual y un uso excesivo de la fuerza por parte de los elementos estatales, sobre todo en el sentido que reveló que eran cerca de 80 personas contra un número mayor de granaderos.
En ese sentido, manifestó que, al momento de que se intentó auxiliar al lesionado no contaba con algún tipo de signos vitales, aunque aseguró que tampoco se podía considerar como una persona fallecida, con lo que dijo que se teme por la vida del ciudadano citado, y solicitó una comisión independiente de médicos para que lo atienda de la mejor manera.
Así mismo, declaró que no se debe dejar que se victimicen a los policías que también resultaron lesionados en estas acciones, “no debemos permitir que digan que nuestros compañeros fueron los agresores cuando todo mundo sabe de dónde vinieron las agresiones”, mencionó.
Expresó el alcalde que tiene un respeto hacia el gobierno estatal, pero que los derechos humanos no están sujetos a negociación, por lo que apuntó que las demandas que tienen los pobladores de Xuchitlán deben ser atendidas, y ante ello, solicitó a la Secretaría de Gobierno un diálogo equitativo y no subordinado para llegar a algún acuerdo sobre esta situación.
Por otro lado, los representantes las autoridades de Xuchitlán, entre ellos Israel López González, Leoncio Mejía López y Eduardo Antonio Felipe, también condenaron los hechos e hicieron un llamado para que se libere a Juan López, quien fue asegurado por la policía estatal por supuesta obstrucción al libre tránsito en las vías públicas.
De la misma forma, también denunciaron que los vehículos con los que arribaron al Palacio de Gobierno fueron asegurados por las fuerzas estatales y llevados al corralón, por lo que también solicitaron que estas unidades sean devueltas a los pobladores.
Anunciaron que, en caso de que sus demandas no sean atendidas, desde el estado de salud de Leobardo Hernández, la liberación de Juan López y las obras que, de acuerdo con ellos, llevaban más de dos años sin ser resueltos, se determinarán acciones legales en contra del gobierno estatal.
En esta conferencia también contaron con la presencia del diputado local, Ricardo Baptista González, quien se sumó a las muestras de desacuerdo sobre lo acontecido el martes, y dijo que en la sesión ordinaria del Congreso local se realizará un exhorto desde el pleno para que el gobierno estatal esclarezca los hechos y deslinde responsabilidades.
