La secretaría de Salud de Hidalgo, Zorayda Robles Barrera, precisó que en la entidad no se cuenta con un censo fidedigno de violencia obstétrica, ya que aún resulta complicado tanto para los usuarios como para el personal médico identificarla. Por lo tanto, se toman medidas para visibilizar este problema.
De acuerdo con la funcionaria, existe un índice a través del cual se puede determinar la existencia de este tipo de maltrato, y está relacionado con el número de cesáreas practicadas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos procedimientos no deben exceder el 20 por ciento; sin embargo, en el estado hay algunas regiones en las que este número oscila entre el 40 y el 60 por ciento.
Además, existen recomendaciones por parte de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) que se están atendiendo con el objetivo de brindar una mejor atención a las usuarias del sector salud y erradicar estas prácticas.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública, la violencia obstétrica es ejercida por profesionales de la salud, principalmente el personal médico, hacia las mujeres embarazadas, durante el trabajo de parto y el puerperio.