Con gran amargura y pesar, vemos que el acuerdo para la estabilidad económica presentado por el presidente Enrique Peña Nieto ha sido recibido con un escepticismo social sin precedentes. Este acuerdo-paquete de medidas no satisfizo a los empresarios de la Coparmex, que propusieron una serie de medidas alternas y ajustes al gasto del gobierno.
Pero, ¿por qué la sociedad ha rechazado tanto el alza a las gasolinas como el mismo acuerdo económico? El balance del sexenio es desfavorable en la concreción de la tarea pública, si entendemos a la tarea pública como generadora de estabilidad y oportunidades sociales, que en los hechos debe serlo. De igual manera, la erosión del discurso gubernamental en el contraste con la realidad social no crea ni confianza ni credibilidad, cuestión que se suma al exceso de los bonos que se asignan a diputados y la serie de prebendas de los servidores públicos.
Por si fuera poco, la inseguridad es uno de los temas más álgidos, porque en un país donde ganas poco dinero, la corrupción te fastidia, la calidad de servicios y de la educación es deficiente, la policía te apalea y los delincuentes te chingan, es evidente que la suma es en contra del establishment.
Cualquier explicación que venga del gobierno sobre el alza de precios, no sólo de la gasolina, sino de cualquier producto o servicio, será imputado al inadecuado ejercicio de gobierno, y le causará indignación y malestar a la ciudadanía.
La sumatoria de esta administración es negativa, eso se traduce en la serie de manifestaciones que hoy vivimos, por lo que nadie puede asombrarse. Esto debería alertar al gobierno para buscar alternativas viables que no lastimen el bolsillo ni la paz social.

Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.