Cuando a principios de diciembre de 2019 se habló en los medios internacionales de la aparición de un extraño virus en China, nadie hizo caso. Hoy estamos en presencia de otra ola de la pandemia de covid-19, y la presencia de cada nueva variante provoca más preocupaciones entre los especialistas, quienes se preguntan sobre su responsabilidad en los contagios que se observan actualmente en varios países. En los centros de trabajo, en el seno de las familias y en todos los países todos se preguntan: “¿cómo nos contagiamos?, ¿en qué momento pasó?”.
Lo cierto es que parece que estamos en un estadio de futbol donde aparece la ola y dentro de ella una y otra ola más. Ahora comienza a hablarse de la subvariante BA.2. El nombre es un término genérico que designa sin distinción a varias familias de los virus muy similares, según la Organización Mundial de la Salud (OMS); al replicarse, la variante ómicron ha generado más subvariantes, que contienen una o dos mutaciones en comparación con el genoma original, de tal forma que ahora tiene varios subtipos, como la BA.1, BA.2, BA.3 y los no asignados aún, como la BA.1-3.
Hoy la variante BA.1 es prácticamente la más presente, pues representa el 90% de las variantes que circulan por el planeta. Sin embargo, se comienza a hablar de BA.2 en varias partes del mundo y según los científicos, ya representa entre el 3% y el 4% de las variantes que circulan en África y Asia, mientras que en la India y Dinamarca se ha convertido en predominante; a la vez, representa un tercio de la contaminación en Singapur y ha aparecido en Filipinas, Suecia y Noruega, en el Reino Unido y Francia.
La variante BA.2 de ómicron es una preocupación de todos los expertos porque tiene una rápida propagación. Los estudios en Dinamarca sobre esta subvariante indican que uno podría potencialmente volver a contagiarse con BA.2 después de haber contraído ómicron, lo cual podría dar una ventaja a esta subvariante, que podría dispersarse con mayor velocidad. No obstante, los investigadores daneses señalan que “hasta ahora, no hay información de que BA.1 y BA.2 tengan propiedades diferentes”, planteando que no hay diferencia en las hospitalizaciones para BA.2 en comparación con BA.1.
La OMS y los científicos han señalado que BA.2 tiene varias mutaciones, en particular en la proteína espiga, que permiten que el virus ingrese a las células. De ahí las dudas sobre la eficacia de las vacunas que se utilizan hoy para enfrentar la pandemia. Pero los científicos tienen la esperanza de que las vacunas tengan un efecto positivo contra la enfermedad grave en caso de infección por BA.2, respondiendo de esta forma a los cuestionamientos sobre la efectividad de las vacunas contra ómicron y sus subvariantes, pese a la preocupación por lo altamente contagioso de esta y su familia de subvariantes.
Por: José Luis Ortiz Santillán
Economista, amante de la música, la poesía y los animales. Realizó estudios de economía en la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad Libre de Bruselas y la Universidad de Oriente de Santiago de Cuba. Se ha especializado en temas de planificación, economía internacional e integración. Desde sus estudios de licenciatura ha estado ligado a la docencia como alumno ayudante, catedrático e investigador. Participó en la revolución popular sandinista en Nicaragua, donde trabajó en el ministerio de comunicaciones y de planificación. A su regreso a México en 1995, fue asesor del Secretario de Finanzas del gobernador de Hidalgo, Jesús Murillo Karam, y en 1998, fundador del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.