Aunque había muchas expectativas de que los Olmecas de Tabasco mejoraran por ser el equipo del estado del presidente, lo cierto es que terminaron en el último lugar del standing global sureño, con apenas 45 victorias por 72 derrotas.
El equipo, comandado por Ramón Orantes, ganó 27 juegos en casa y perdió 33, pero en gira estuvo mucho peor, pues solo obtuvo el triunfo en 18 cotejos por 39 descalabros.
Su gran cañón fue el cubano Ronnie Mustelier, que bateó .376 con 14 cuadrangulares y 73 producciones; estuvo apoyado por Daniel Carbonell y Alan Espinoza, que promediaron .326.
Su único pitcher destacado fue el zurdo Juan Pablo Oramas, que aunque tuvo un récord perdedor de 6 ganados y 10 perdidos, tuvo el tercer mejor promedio en carreras limpias de la liga, con 3.85.
Adrián Garza acabó parejo, con 5 y 5 y 5.18 en carreras limpias, mientras que Marco Carrillo estuvo entre los máximos perdedores, con 12 derrotas por apenas 3 victorias y un altísimo 7.16 en carreras limpias.
Para esta temporada ha llegado el mánager dos veces campeón (con Águilas y con Tijuana), Pedro Meré.
Entre sus refuerzos destacan el norteamericano Jason Rogers, que ocupa el lugar de Jovan Rosa; el jardinero Roel Santos, que dejó buena impresión al final de la campaña pasada; César Prieto; Logan Watkins, y Devan Hagart; asimismo, llegó el zurdo Yoannis Yera, además de los relevistas Francisco Madero y Carlos Vázquez, mientras que el veterano Juan Salvador Delgadillo busca recobrar la forma ganadora, luego de muchas lesiones.
Lo cierto es que, aunque mejorará un poco, dudamos que pelee su pase a la postemporada.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.
