Una ocurrencia en política puede tomarse como una idea extravagante y disparatada, generalmente con la intención de impresionar y dar una idea de gran capacidad y de respuesta a los problemas que se tienen en el espacio de responsabilidad que le toca al ingenioso personaje.
Las ocurrencias pesan más cuando se dan en momentos en que estos personajes tienen poder, porque se imponen como acción y casi mandamiento, aunque pasado el tiempo se vea que eran ideas nacidas de una visión particular, con muy poco eco de la sociedad en su planteamiento, de tal manera, que responden más a la concepción que el ocurrente personaje tiene de la realidad y, que con poder, pretende cambiar los hechos de acuerdo a sus visiones.
En Hidalgo tenemos personajes que, con el poder en las manos, tienen cada ocurrencia que los retrata en su tamaño real.
Quienes se llevan el trofeo de los más ocurrentes, por lo disparatado de sus ideotas, son los del Grupo Universidad y, particularmente, sus diputados, que son una chulada de este muestrario.
Con el poder en el Congreso hicieron, porque ahora están muy disminuidos, cada cosa que para puras vergüenzas.
Baptista, a quien su patrón lo puso en la presidencia de la Junta de Gobierno, resultó una expresión de las ocurrencias que dañaron a Hidalgo por su soberbia en el ladrillito al que lo subieron, su falta de tacto y su afán de quedar bien con Sosa.
Cómo no recordar cuando se negó a dialogar con Simón Vargas “porque él sólo hablaba con sus pares” o cuando encabezó la intentona de apropiarse, para sus politiquerías, de 750 millones de pesos que quería para hacer obra en 62 municipios, con evidente intención electoral, y finalmente, la gran idea de cambiar el marco legal del Congreso para no dejar la presidencia.
Pero, ocurrentes como este señor, también lo son los otros diputados garzas, como Roxana Montealegre y Corina Martínez. Estas legisladoras dan la impresión de subir a tribuna para hacerse notar, con iniciativas sin pies ni cabeza, en lo que son intenciones de cambiar cosas porque así se los sugiere, debemos suponer, sus asesores pensantes, como alguna vez calificó al grupo de Sosa la diputada federal Lidia García.
Con nulo compromiso con Hidalgo y sumisión total al jefe del Grupo han aportado muy poco para el desarrollo de la entidad, más bien, se han dedicado a estorbar al Gobernador, con todo lo que tenían, para complacer a su patrón .
De los otros mejor ni hablar, porque están cortados por la misma tijera.
CONCEJOS MUNICIPALES
En cuanto a los Concejos Municipales elegidos por el Congreso para atender a los municipios, en tanto llegan los alcaldes electos, se supone que son temporales en tanto ocupan su silla los Presidentes Municipales.
Por lo mismo, no parece muy afortunado que, con espíritu de historia personal, pongan en marcha decisiones que crearán compromisos para las autoridades que llegan el 15 de diciembre.
El sentido común sugiere que lo correcto es atender la marcha de los municipios, sobre todo en los servicios y otras áreas de gobernabilidad, pero siempre en la conciencia de que son temporales y que será el alcalde que viene el que tiene la responsabilidad de su periodo.
Por: Adalberto Peralta Sánchez
Nací el 11 de mayo de 1946 en un pueblito que tiene una laguna con patos y un parque con bancas con el nombre grabado del donante. Una de esas bancas tiene el nombre de mi padre. Estudié Filosofía y ejerzo el periodismo desde hace varios años. Colaborar con mi hijo en EFFETÁ me llena de orgullo. Trataré de hacerlo bien.