Con los apetitos mezquinos e intenciones oscuras, los detractores del proyecto cubano hoy se frotan las manos esperando la caída de un sistema que, a su juicio, viola los derechos humanos y está en contra de la libertad.
Desde las idioteces de Vargas Llosa y los juicios perdidos de Carlos Alazraki, donde todo se parcializa, donde los logros de la Revolución en equidad social se traducen y minimizan en contra de la libertad y la democracia al estilo capitalista, en una sórdida comparación de que “aquí hay libertad y si no te enriqueces es porque no quieres o porque eres muy pendejo”.
Estos dos personajes, Mario Vargas Llosa y Carlos Alazraki, comen, duermen y cagan como bebés en una sociedad que cuida sus privilegios, mientras la mayoría vive de manera miserable; claro, ellos son pendejos funcionales de un sistema injusto que navega con bandera de pendejo en el discurso de la libertad.
Así las cosas, Televisa hizo su agosto encarnizado con comentarios como “los cubanos tienen un excelente sistema de salud y educación”, pero no tienen libertad, son pobres, viven esclavizados, no pueden hablar, no disfrutan del internet, consumen lo básico o lo infra-básico.
Pero pongámoslo en perspectiva desde el Perú de Vargas Llosa o el México de Carlos Alazraki.
¿En Perú y México todos sus habitantes son ricos?, ¿en Perú y México los indígenas viven de manera digna?, ¿en Perú y México no existe pobreza?, ¿en Perú y México la mayor parte de los políticos son honestos?, ¿en Perú y México todos sus ciudadanos están alfabetizados?, ¿en Perú y México los niños no presentan desnutrición y el sistema público les brinda educación a todos?, ¿en Perú y México el sistema de salud cubre las necesidades de todos sus ciudadanos?, ¿en Perú y México no existe migración de sus ciudadanos buscando un mejor horizonte porque en sus países no lo encuentran?
Es fácil hablar de los problemas de un país como Cuba sin ubicar su contexto histórico y su relación con Estados Unidos; pero es difícil para tanto pendejo que se le atraganta la verdad reconocer la dignidad de los cubanos que han enfrentado un bloqueo sistemático de sus relaciones comerciales y políticas y que han sufrido esta violación a su soberanía y sus derechos humanos como pueblo.
Pero qué nos extraña, aquí todos vivimos en Las Lomas y desayunamos en Plaza Santa Fe. ¡Ja, ja, ja!
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.