La victimización retórica del vocero del Grupo Universidad, Octavio Castillo Acosta, es la alharaca de una chachalaca despechada, como diría el presidente López Obrador.
El gendarme custodio de la procuración de justicia y democracia en Hidalgo, Santiago Nieto, ha puesto el dedo en la llaga al evidenciar el obstruccionismo porril de la UAEH para esclarecer los eventos de violencia que han sufrido los estudiantes paristas de REBEL-ARTE, quienes tienen enfurecida a la dictadura educativa de la máxima casa de estudios, que en un intento desesperado por encubrir diversos delitos de porrismo y autoritarismo gansteril, intenta victimizarse para pasar a ser la parte afectada de este conflicto… mascarada de charlatanería barata.
Las carpetas de investigación que han consignado la violencia pandilleril de porros del CEU que derivó en el amparo de su líder, Esteban Rodríguez Dávila, son el aviso oportuno de que la estructura de poder del Grupo Universidad no es inmune a la justicia y que se le ha quitado el velo a la victimización de la dictadura educativa de la UAEH.
¿Qué esconde la estrategia del obstruccionismo de la ley de la UAEH? El cálculo que ha hecho el Grupo Universidad es claro: en la medida que obstruye las diligencias jurídicas debilita al movimiento REBEL-ARTE, desgastando su posición frente a la sociedad hidalguense, que ya clama por una solución al conflicto. Pero en una doble jugada, también esta estrategia visualiza la salida de Santiago Nieto de la procuración de justicia en su búsqueda de una senaduría por Querétaro, cuestión que pone a “modo” a un sustituto que no tenga el peso político y decisorio para encarar a la dictadura educativa.
¿Qué esconde la retórica alharaca de la autonomía universitaria? Octavio Castillo Acosta pretende hacer pasar a la autonomía universitaria como una ínsula decisoria (patente de corso) cuya potestad legal la vuelve inmune a todo delito, reflejo de una visión autoritaria y porril que ha creado un gueto que se autodetermina por sus propias fronteras de soberanía frente a la sociedad y el Estado democrático de derecho, creyendo que su actuación está impune al ejercicio de la ley y que la UAEH es propiedad del Grupo Universidad.
Para el Grupo Universidad la autonomía universitaria es un Estado dentro del Estado mexicano, cuando en realidad sólo otorga el derecho de autogobierno de sus normas dentro del marco de su Ley Orgánica, para designar a sus autoridades y determinar sus planes de estudio y libertad de pensamiento y cátedra, investigación y administración de su patrimonio, jamás para cometer delitos y formar grupos de delincuencia organizada y evadir la ley.
La charlatanería y victimización se han convertido en los instrumentos de la estrategia y retórica de la burocracia porril, que no encuentra argumentos legales ni sociales para evadir la justicia en Hidalgo.
El impecable trabajo en procuración de justicia de Santiago Nieto no debe dejar en el vacío a la lucha legítima de REBEL-ARTE, que pretende crear una verdadera autonomía universitaria, cuya gobernanza provenga de los universitarios y no del porrismo; esto exige que el gobierno de Julio Menchaca Salazar no permita el obstruccionismo legal de la victimización de la UAEH.
