A QUE NO SABÍAS. Joven hidalguense, nominado al Premio Nobel de la Paz

Redacción

Daniel Alonso Rodríguez Pérez, de tan sólo 19 años de edad, es uno de los 318 candidatos a recibir el Premio Nobel de la Paz 2017 por su labor como difusor de los derechos humanos.

El joven es alumno de la licenciatura en Derecho y Ciencias Políticas en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) Campus Hidalgo, y fue postulado por el académico Juan Gabriel Zamora Jiménez, quien consideró que a su corta edad, Daniel Alonso “ya tiene una conciencia social y un claro significado y aprecio por los derechos humanos, que trabajó afanosamente en su difusión mediante conferencias dirigidas a niños y jóvenes proponiendo una reforma social”, una iniciativa con la que también obtuvo el Premio Estatal de Juventud  2014.

Daniel comparte nominación, entre otros personajes, con Alejandro Solalinde Guerra, fundador del albergue Hermanos en el Camino, que ofrece asistencia humanitaria a migrantes que buscan cruzar la frontera de México con Estados Unidos; el papa Francisco; el ex analista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) Edward Snowden, así como con los presidentes Donald Trump y  Vladimir Putin.

La Fundación Nobel, tras analizar la carta de exposición de motivos del académico, envió un aviso notificando sobre la aceptación de la nominación.

De acuerdo con Daniel Rodríguez, la Reforma Social es una iniciativa a través de la cual se acerca a los demás el conocimiento de los derechos humanos. La iniciativa consta de tres etapas: educación para la paz, realizada en planteles de distintos niveles; formación en derechos humanos para cuadros políticos, como lo mandata el artículo primero constitucional, y fomentar la responsabilidad social en las empresas.

Considera que la crisis de derechos humanos en México es evidente, “situación que no es ajena en nuestra entidad federativa. Como gran parte de la república mexicana, Hidalgo tristemente se ve inmerso en estas situaciones, pues el ejercicio indebido de la gestión pública es claro, derivado de una debilidad por parte de las autoridades para salvaguardar la dignidad humana. De ello dan testimonio los casos de violencia, discriminación y desigualdad que se suscitan a diario en el estado y en el país, a los cuales, en muchas ocasiones,  no se da seguimiento alguno».

El joven añade que es urgente una reforma social que permita transformar el tejido «que nos ha creado estereotipos y modelos de vida basados en la ausencia de valores y prácticas deshonestas».