Ahora que la entrada es gratuita nos animados a visitarlo acompañados del experto Arturo Cordero para guarecernos de la lluvia y francamente nos decepcionó.
Tres de las salas iniciales que contenían la obra de David Toledo, han sido rellenadas con cosas que poco tienen que ver con el béisbol, como figuras de la Guerra de las Galaxias.
Uno de los supuestos atractivos es sacarse una selfie en un trono hecho con bata, al estilo de la popular serie televisiva, cosa que no hicimos.
En realidad, no cuenta con muchos recuerdos históricos. Los recuerdos periodísticos son casi siempre simples fotocopias. Se quiere rendir homenaje a los locutores con algunas fotos y recuerdos como Oscar el Rápido Esquivel, y hasta hay pertenencias de Pedro el Mago Septién, pero ninguna foto.
Arturo puso en entredicho la autenticidad de algunas fotos que presentaban a unos jóvenes Alfredo Ortiz y Miguel Suárez, argumentando que los conoció cuando llegaron a los Diablos.
También se recuerdan los antiguos estadios desde el Delta, pasando por el del Seguro Social, el Foro Sol y el Fray Nano, con una maqueta del actual y sus características.
Hay salas dedicadas a los uniformes que se han utilizado desde sus inicios en 1940, y fotos de los jugadores que dejaron huella en el equipo.
En un exceso de optimismo hay una sala con los 16 trofeos que los convierten en el equipo más ganador, pero con varios estantes vacíos en espera del próximo campeonato, cosa que no ha ocurrido en los últimos 10 años.
Por: Jorge Carrasco V.
Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM. Periodista activo desde 1981 en diversos medios. Especialista en temas internacionales, deportes y espectáculos. Autor de biografías sobre Pedro Infante y Joaquín Pardavé de Editorial Tomo.