Tras el exhorto que presentara en junio la diputada panista, María Teodora Islas Espinoza, al Congreso para que los ayuntamientos reglamenten la recolección de desechos biológicos de animales de compañía en lugares públicos y sus sanciones ante desacatos de propietarios, el pleno local aprobó dicho llamamiento.
Fue la primera comisión permanente de Medio ambiente, recursos naturales y cambio climático de la Cámara quien analizó y dictaminó el proyecto presentado durante la 193 sesión ordinaria y lo sustentó al decir que según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) México es el segundo país con más mascotas tras Argentina.
Además que engloba la mayor población de fauna callejera con más de 20 millones de ejemplares, que sumados a la irresponsabilidad de dueños generan una problemática ambiental al permanecer sus desechos biológicos en la vía pública; en cifras, la representante del órgano, Noemí Zitle Rivas, explicó que la UNAM encontró que un perro promedio produce mensualmente hasta 18 kilogramos de heces.
Ello representa un problema humano si no son levantadas adecuadamente de sitios públicos, pues su descomposición genera elementos que producen enfermedades como las parasitarias e intestinales. Y aunque explicó que la ley estatal en la materia es específica al precisar que los dueños deben recoger la popó, es vital que los municipios creen un reglamento.
No obstante, el ordenamiento deberá contener además sanciones ante desacato y un esquema para la disposición final, pues no basta con recogerla y ya, ya que destinarla a un tiradero impactaría en el aire, tierra y posibles mantos acuíferos.
El exhorto de la blanquiazul fue ratificado con 19 votos a favor, cero en contra y ninguna abstención; por lo que se instruyó a la secretaría le dé cumplimiento y elabore el decreto correspondiente para su envío al Ejecutivo de Hidalgo.