El ascenso de MORENA es mucho más sorprendente que el triunfo de Manuelovich, debido a que la erosión del Gobierno Federal y el serio deterioro de los partidos “tradicionales” no sorprendió a nadie y en el calor de las urnas lo que se pudo apreciar fue que el voto diferido fue minoritario, es decir, el que votó por AMLO votaba 4×4 o 6×6.
La ola MORENA se empoderó de los escenarios estatales y municipales, donde también el efecto AMLO modificó la composición de los congresos, cuestión demoledora por donde se le mire.
¿Cuál es la lectura de la debacle política de partidos como el PRI, el PAN y el PRD?
Es evidente que México no es para todos y que este país no puede seguir en la desigualdad social, la violencia y la falta de oportunidades que han vulnerado a la mayoría que es la que menos tiene y quien ha sufrido el deterioro de un país que con orden, honestidad e inteligencia puede ser mucho mejor.
Lo que debemos entender es que el grado de corrupción e impunidad que se vive está en la mente como radiografía de lo cotidiano, cuestión que explica mucho el desencanto y desencuentro que la votación del 1 de julio registró.
Lo que no se puede señalar es que la ciudadanía sea de izquierda o se postule con la izquierda a nivel ideológico, esto no es verdad, lo que sucede tiene que ver con el hecho de que las posturas políticas conocidas por la ciudadanía son una pesadilla, un trago amargo que no podía soportarse sexenio tras sexenio y que, ante la lejanía de los partidos como PRI, PAN y PRD, todo debía cambiar.
El reto de López Obrador es constituir un gobierno honesto, mesurado y ordenado, que dé la pelea contra la corrupción, impunidad, pobreza, desigualdad y falta de oportunidades; si lo logra, mucho de lo prometido le afianzará en el poder, si tropieza, será un triste despertar.
A Manuelovich lo han felicitado ya varios mandatarios, pero destaca la de Trump, que dijo estar dispuesto a trabajar con él, cosa grata pero que dudo.
La duda de Manuelovich sobre si podría tener mayoría en el Congreso no es duda, ya lo logró y su efecto se replica con el carro completo que en algunos estados relegó al PRI como tercera fuerza. En Hidalgo todo es una lágrima, cuestión que debe hacer reflexionar a las fuerzas opositoras para hacer una seria revisión de lo hecho; de no ser así, seguirán en la depresión y ostracismo que reflejaron Meade y Anaya al felicitar a Manuelovich.
Por: Carlos Barra Moulain
Carlos Barra Moulain es Dr. en Filosofía Política, su ciudad natal es Santiago de Chile, encuentra en el horizonte social su mejor encuentro con la historia y hace de las calles el espacio de interacción humana que le permite elevar su conciencia pensando que la conciencia nos ha sido legada por los otros.
